


“Atrapamos a las personas con la palabra, no con gestos”, sostiene Verónica Soto, impulsora de una actividad que revive el arte de la recitación en un contexto donde la cultura oral aún late con fuerza. La propuesta, organizada junto a un grupo de amigos, invita al público a disfrutar de un taller de recitación el sábado 31 de mayo a las 18 horas, en los Altos del San David, en Trelew.


“La recitación me llena el alma”, afirma Verónica, quien explica que esta práctica conecta con una raíz profunda de las culturas, en especial la celta, donde la transmisión oral de la palabra ocupaba un rol central. “La recitación no actúa, interpreta. La emoción pasa por la voz, por cómo se entona cada verso, por cómo se entiende lo que el autor quiso decir”, detalla.
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Recitar con el alma
Una docena de recitadores se prepara para dar vida a la poesía, con textos que cobran otro sentido cuando se leen en voz alta. “Nos gusta leer, pero más nos gusta leer en voz alta. Ahí la palabra se convierte en puente”, resume Soto.
El taller apunta a compartir el amor por la lectura, la poesía y la voz como instrumento emocional, sin escenografías, ni ademanes. Solo la palabra y su poder para conmover.
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Una invitación abierta a sentir la poesía
“Queremos que se sume mucha gente. Todo lo que a uno lo entusiasma, desea compartirlo”, anima Verónica. La actividad no requiere experiencia previa. Solo gusto por leer en voz alta y la curiosidad de explorar el alma de un poema desde la interpretación vocal.
El encuentro forma parte de una movida cultural que valora la oralidad, la escucha y el encuentro, en un mundo cada vez más veloz y visual. “Leer en voz alta se transforma en acto de resistencia y ternura”, concluye Soto.









