


Carlos Bianchi fue el gran protagonista de la final entre PSG y Reims. El histórico ex delantero llevó el trofeo al campo antes del partido. La ovación del público fue unánime y emotiva.


El Stade de France estaba repleto. Más de 80 mil personas se hicieron presentes para la definición del certamen. Todas las miradas se desviaron hacia una leyenda.
Bianchi caminó con paso firme y sereno. Levantó la copa con elegancia. Saludó a ambas tribunas con respeto y calidez.
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Las cámaras no lo perdieron de vista. Las redes se inundaron con su imagen alzando el trofeo.
El PSG ganó el partido por 3 a 0. Barcola convirtió dos tantos y Hakimi selló el marcador. El equipo parisino fue claramente superior.
Reims no pudo contener el poder ofensivo rival. Pese al esfuerzo, fue superado desde el inicio. El resultado fue justo.
Bianchi fue jugador de ambos clubes. En PSG dejó una marca imborrable: 71 goles en 80 partidos. En Reims alcanzó 139 goles en 164 encuentros.
El ex goleador argentino también brilló en Vélez. Allí fue el máximo artillero de su historia. Se consagró campeón en 1968.
Como técnico, marcó una era dorada. Ganó Libertadores e Intercontinental con Vélez en 1994. Luego repitió la hazaña con Boca Juniors.
En Boca, su legado es incomparable. Conquistó tres Libertadores y dos Intercontinentales. También sumó varios torneos locales.
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Tuvo pasos por Europa sin tanto éxito. Dirigió en Roma, Niza y Atlético de Madrid. En todos los casos, fue breve.
Su nombre volvió a sonar en Boca. Algunos dirigentes lo imaginaron reemplazando a Fernando Gago. Juan Román Riquelme descartó esa chance.
“Quiero disfrutar”, explicó con serenidad. Hace diez años que no dirige.











