


El consultor ambiental Víctor Fratto, integrante de la organización Refaunar, explicó en el programa El Quinto Poder por #LA17 las causas técnicas y sanitarias detrás de los recientes cierres de caminos en el Área Natural Protegida El Doradillo, así como las tareas de poda de tamariscos y los criterios aplicados a la gestión ambiental en esa zona costera clave del noreste de Chubut.


“Se cerraron dos caminos por dos causas diferentes”, explicó Fratto. Uno de ellos conduce al lugar donde se encuentra una ballena en descomposición, cuya remoción no es posible por las condiciones del cuerpo y el entorno. El otro corresponde a una bajada en mal estado, donde frecuentemente se encajan vehículos y se exponen a situaciones de riesgo.
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Según el consultor, el acceso a la ballena fue clausurado por riesgos sanitarios y de comportamiento humano. “Hay gente que se quiere subir o llevar pedazos”, advirtió, lo cual implica una amenaza tanto para la salud pública como para la conservación. La Dirección de Conservación decidió intervenir ante la creciente exposición.
Respecto al otro camino, Fratto explicó que los carteles no bastan para impedir el paso. A pesar de las advertencias, muchos conductores ingresan y terminan encajados, obligando a los guardafaunas a intervenir, incluso fuera de horario y bajo condiciones climáticas desfavorables. “Quedarse encajado puede ser un peligro real”, subrayó.
Fratto insistió en que las decisiones no son improvisadas. Tanto los cierres como la poda de tamariscos responden a criterios técnicos ambientales. Según explicó, esta especie invasora genera raíces superficiales, degrada el entorno y acumula residuos. “Encontramos colchones, sillones... incluso el bosque puede convertirse en baño público”, afirmó, al mencionar el caso de la laguna del barrio sur.
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Las ramas podadas se reutilizaron para bloquear accesos, lo cual despertó críticas infundadas. Fratto aclaró que no se trató de una acción improvisada, sino de una respuesta planificada al deterioro ambiental. “Un visitante incluso cortó un tamarisco para usarlo como leña”, señaló, para ilustrar el mal uso del recurso natural.
En un contexto de mayor presión turística, Fratto defendió el rol del Estado como custodio de la biodiversidad. “La política ambiental exige decisiones firmes”, dijo, y recordó que las autoridades tienen facultades para intervenir sobre especies introducidas como el tamarisco en zonas protegidas.
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Finalmente, celebró la reciente pavimentación en sectores clave del área y defendió su impacto ecológico. “No hay nada más amigable que el asfalto”, afirmó. Según detalló, el camino de tierra genera erosión, polvo y peligro para la fauna, mientras que el asfalto reduce la contaminación, los accidentes y la huella ecológica de los vehículos.
“Celebro el asfalto, es lo mejor que pudieron hacer”, dijo, dejando en claro que la gestión ambiental no puede basarse en opiniones, sino en datos técnicos y decisiones responsables.











