


La red de agua del barrio Valle Chico de la ciudad de Esquel fue declarada apta para el consumo humano, según confirmaron las autoridades municipales tras recibir los resultados del análisis realizado el pasado 21 de mayo por el Departamento Zonal de Salud Ambiental.


El organismo, dependiente de la Unidad de Gestión Descentralizada de la Secretaría de Salud del Chubut, efectuó un muestreo técnico en tres puntos del barrio, incluyendo una manguera de patio, una canilla de cocina y una canilla de patio, con el objetivo de evaluar el estado sanitario del suministro.
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De acuerdo con el informe difundido por el municipio, los análisis se realizaron conforme a las normativas establecidas por el Código Alimentario Argentino, principal marco regulatorio en la materia. A pesar de que no se detectó cloro residual en ninguna de las muestras, todas fueron calificadas como seguras y aptas para el consumo. Esta constatación brinda tranquilidad a los vecinos del sector, teniendo en cuenta la creciente demanda de controles en zonas con desarrollo urbano reciente o infraestructura sanitaria en evolución.
No obstante, desde la Secretaría de Salud de la provincia recordaron que resulta fundamental mantener ciertas medidas de prevención domiciliaria, como la limpieza periódica de tanques de agua y cañerías, procedimiento que se recomienda realizar al menos una vez por año para evitar acumulaciones de sedimentos o presencia de microorganismos.
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Asimismo, ante cualquier duda sobre la calidad del agua, se sugirió a la comunidad seguir métodos sencillos de potabilización casera. Entre ellos se destacan hervir el agua durante cinco minutos, dejar enfriar y conservarla en un recipiente limpio; o bien utilizar lavandina en dosis muy bajas (1 a 2 gotas por litro), dejando reposar el líquido por 30 minutos con el recipiente tapado y luego destaparlo antes de almacenarlo en un lugar fresco.
La intervención sanitaria forma parte del seguimiento habitual que realiza la cartera provincial de salud ambiental en distintas zonas urbanas de Esquel y otras localidades del interior chubutense. En este caso, el monitoreo se enmarca dentro de un programa más amplio de control y evaluación de servicios públicos, que busca garantizar el acceso a derechos esenciales como el agua segura, en contextos urbanos y rurales.











