


Lo que debía ser una jornada de júbilo nacional para los hinchas del Paris Saint-Germain se transformó en una noche marcada por la violencia, el caos urbano y el luto. Según informó el Ministerio del Interior de Francia en un balance provisional difundido este domingo, los festejos masivos por el campeonato logrado por el PSG en la final de la Liga de Campeones contra el Inter de Milán derivaron en gravísimos incidentes que se cobraron la vida de dos personas, dejaron cerca de 200 heridos y culminaron con 559 personas detenidas, de las cuales casi el 90% fueron arrestadas en París.


Uno de los casos más dramáticos se registró en el barrio XV de la capital francesa, a pocas cuadras del estadio Parque de los Príncipes, cuando una mujer que se desplazaba en un scooter fue embestida por un automóvil en circunstancias aún no del todo esclarecidas. La víctima falleció en el acto.
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Por su parte, en la ciudad de Dax, al suroeste del país, un adolescente de 17 años fue asesinado de una puñalada durante una concentración festiva. El autor del crimen permanece prófugo y es intensamente buscado por las autoridades locales.
Los incidentes se extendieron también a otras zonas del país. En Grenoble, en el este de Francia, una celebración terminó con varios miembros de una misma familia heridos tras ser arrollados por un vehículo que, según confirmó la fiscalía local, no presentó rastros de alcohol ni drogas en el conductor, por lo que se investiga como un accidente causado por pérdida de control. Dos de los heridos se encuentran en estado crítico.
El saldo de los disturbios también incluyó a las fuerzas de seguridad y a los bomberos. Veintidós agentes resultaron heridos, la mayoría en París, y uno de ellos permanece en coma inducido tras haber sido impactado por fuegos artificiales. Siete bomberos también sufrieron lesiones mientras intentaban sofocar los numerosos focos de incendio. En total, se contabilizaron 692 incendios, de los cuales al menos 264 afectaron directamente a vehículos estacionados en distintas localidades.
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En medio de cánticos, bocinazos y petardos que recorrieron los Campos Elíseos y otros puntos emblemáticos, no faltaron tampoco escenas de saqueos a locales comerciales y enfrentamientos con las fuerzas del orden. A pesar de la presencia de unos 5.000 efectivos desplegados con carácter preventivo, los dispositivos de seguridad fueron desbordados por la magnitud y agresividad de las manifestaciones.
Francia amaneció con un sabor amargo luego de lo que debía ser una celebración deportiva inolvidable. La violencia opacó el logro del club parisino y puso en el centro del debate la necesidad de reforzar los protocolos de contención en eventos de gran convocatoria. Mientras tanto, las autoridades continúan evaluando la situación y se espera un informe oficial más detallado en las próximas horas, en el que se determinarán eventuales responsabilidades penales y políticas por la caótica jornada.
Fuente: N A











