



La inteligencia artificial se puso los botines y fue al pasto. En Pekín, seis robots humanoides disputaron un partido de fútbol 3 contra 3 sin intervención humana. El evento, que funcionó como previa de los Juegos Mundiales de Robots Humanoides, se pareció más a una comedia que a un torneo técnico.


Los equipos movieron fichas con sensores visuales y coordinación robótica. Nada de joysticks ni asistentes detrás de escena. Los autómatas corrieron, patearon, se empujaron, cayeron y pidieron asistencia. Literalmente: algunos terminaron en camilla tras chocar o perder el equilibrio.
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Cada robot actuó de forma autónoma, procesando el entorno con IA en tiempo real. Pero, aunque el sistema entendía el juego, los cuerpos todavía no responden con precisión. Hubo movimientos lentos, disparos erráticos y goles de rebote.
"Es un paso gigante para la investigación en robótica", dijeron desde la organización. Lo cierto es que las imágenes del partido se volvieron virales. Los robots caían como fichas de dominó, uno incluso pateó al árbitro sin querer. Y cuando hubo un gol, el festejo fue un lento giro de cabeza.
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China busca posicionarse como potencia en robótica humanoide. Este primer partido, con más fallas que aciertos, demostró el potencial y también los límites actuales. Aunque nadie ganó con claridad, el espectáculo fue puro entretenimiento futurista.
Fuente: Euronews









