

“Hoy sábado le salvo el finde a 5”, escribió Wanda Nara desde su cuenta. Marcelo Tinelli hizo algo similar: posteó una foto en la playa y pidió alias bancarios para premiar a sus seguidores. A simple vista, el gesto conmovía. Pero no era lo que parecía.

Ambos famosos enlazaron sus publicaciones a sitios de apuestas. Plata, promesas y bonos quedaron unidos por una estrategia camuflada de buena onda. La supuesta generosidad digital resultó una maniobra comercial con letra chica.
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Fernanda Iglesias fue quien encendió la alarma. La periodista compartió capturas en Instagram que mostraban el truco detrás del “regalo”. “¿Es Tinelli diciendo que va a regalar plata o estoy flasheando?”, publicó. Luego, apuntó a Wanda: “¿Hace falta que fomenten la ludopatía?”
Las sospechas se confirmaron con un mensaje automatizado que el perfil de Tinelli enviaba a quienes interactuaban con la promo:
“Gracias a la gente de Sportsbet esto es posible”, decía. El texto ofrecía un bono de $15.000 y un sorteo por un iPhone, pero exigía registrarse en una casa de apuestas.
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Wanda Nara ya enfrenta causas judiciales por promover el juego ilegal. Comparte el expediente con otros influencers, aunque eso no la detuvo. Siguió promocionando sitios similares, aun bajo investigación.
Lo que sorprendió fue la aparición de Tinelli en este terreno. Su imagen, durante años intocable, ahora aparece vinculada al negocio más cuestionado del momento. Algunos sugieren que la jugada responde a urgencias económicas. Otros creen que simplemente decidió meterse en el barro.
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La polémica estalló. Y aunque las plataformas ganan visibilidad, la reacción del público y el debate ético no tardaron en aparecer. El límite entre marketing y manipulación, una vez más, quedó difuso.
Fuente: Urgene24









