Otra vez atacaron las instalaciones del Club Alumni.
El Club Alumni vuelve a estar en el centro de la preocupación tras sufrir un nuevo hecho de robo y vandalismo en sus instalaciones. El cuerpo técnico de la Primera División fue quien descubrió los daños al ingresar a los vestuarios. Lo que encontraron fue desolador: destrozos, pertenencias revueltas y elementos de entrenamiento desaparecidos.
“Con enorme tristeza informamos a toda la comunidad”, comienza el comunicado oficial del club, difundido a través de redes sociales. La situación se suma a otro hecho delictivo ocurrido hace apenas unas semanas, cuando delincuentes también violentaron una ventana de la enfermería para ingresar al sector administrativo. En ese caso, el objetivo parecía ser las camisetas recientemente utilizadas en el clásico local.
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El nuevo robo deja en evidencia una seguidilla de ataques que no solo afectan lo material, sino también el ánimo de todo el entorno carbonero. Desde Alumni aseguran que no se trató únicamente de un acto de rapiña, sino de un golpe que busca dañar deliberadamente la actividad cotidiana de la institución. El vestuario fue el principal blanco esta vez, con elementos de uso diario de entrenamiento entre lo sustraído.
Además del robo, los intrusos rompieron puertas, mobiliario y causaron destrozos en distintas áreas del predio. La dirigencia lamenta profundamente que estos hechos se repitan en un espacio construido con esfuerzo y colaboración constante. “Esto representa un golpe al compromiso de quienes trabajan todos los días por el club”, afirmaron.
Desde la Comisión Directiva se hizo un llamado a la comunidad para estar alerta y colaborar en el cuidado de las instalaciones. Solicitan informar cualquier movimiento extraño llamando de inmediato al 101, número de la policía. Además, agradecieron el constante respaldo de socios, familias y vecinos que acompañan a la institución en todo momento.
La seguridad de los clubes barriales volvió a quedar en evidencia. Con recursos limitados, son blanco fácil para quienes buscan hacer daño o llevarse algo de valor. Lo más grave es que afectan espacios que contienen, educan y promueven valores.
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La comunidad carbonera siente tristeza, pero también impotencia ante la repetición de estos episodios. “Nos duele, no solo por lo que se llevaron, sino por lo que intentan destruir”, expresó un dirigente. La indignación crece entre quienes construyen el club día a día.
Desde Alumni esperan que la denuncia avance rápidamente y que se tomen medidas preventivas. La institución sigue apostando al deporte como herramienta de inclusión y trabajo colectivo.
Por el momento, el club trabaja en la recuperación de lo perdido y en la contención de jugadores y familias afectadas. El comunicado cierra con un mensaje firme: “Apelamos a la solidaridad para seguir defendiendo lo que tanto amamos”. El sentimiento carbonero sigue en pie, pese a los golpes.
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