Villarruel cerró el jardín del Senado y cedió el edificio a gremios y Diputados

Victoria Villarruel firmó el decreto que pone fin definitivo al jardín de infantes del Senado. El espacio, creado en 2015 durante la gestión de Amado Boudou, deja de existir como institución educativa y será reasignado a otras áreas del Congreso.

El cierre ya se había anticipado en octubre de 2024, cuando se suspendieron las actividades por fallas edilicias. La medida, en ese momento, se presentó como “temporal”, pero nunca hubo una solución concreta para reabrir el lugar.

“El inmueble no puede reacondicionarse a las normas vigentes”, señala el decreto final, tras un informe técnico que desaconsejó seguir invirtiendo en la sede por su deterioro estructural.

El jardín había sido inaugurado con pompa por Boudou y Sileoni, acompañado por senadores del Frente para la Victoria y la UCR. Hoy, ninguno de ellos habló sobre el cierre.

El proyecto duró menos de diez años y acumuló críticas por falta de mantenimiento, irregularidades de funcionamiento y superposición de usos. En el mismo edificio funcionaba un centro de capacitación del gremio APL.

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Entre los problemas detectados había fallas en los planos contra incendio, evacuaciones incompletas y falta de adecuación al plan de autoprotección. Todo quedó documentado en informes de la Agencia Gubernamental de Control porteña.

Villarruel ordenó devolver el espacio a DAS, la obra social del Congreso. Además, autorizó la donación de mobiliario y materiales didácticos a la Asociación del Personal Legislativo (APL) y a un jardín de Diputados.

Sillas, pizarrones, camillas, mantas y hasta un minipelotero fueron repartidos. La distribución se hizo por pedido formal de los destinatarios, según consta en los decretos publicados por el Senado.

La decisión incluye también el cierre administrativo del Jardín del Bosque, nombre con el que fue creado por Boudou durante la última etapa del kirchnerismo.

Villarruel no hizo declaraciones públicas sobre el tema. Desde su entorno remarcan que “el cierre se debe a imposibilidades técnicas y falta de utilidad institucional del inmueble”.

La senadora santacruceña Natalia Gadano fue una de las funcionarias que tenía hijos en la institución. No se informó si utilizó la licencia especial que se otorgó a los padres tras el cierre provisorio.

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El gremio APL, comandado por Norberto Di Próspero, fue uno de los beneficiados con el reparto de los bienes. También había compartido el edificio durante años con la guardería, sin resolver la superposición de espacios.

El jardín fue símbolo de una etapa institucional que ya no existe. Su cierre marca el fin de una política de cuidados dentro del ámbito legislativo, sin reemplazo ni alternativa anunciada.