“Bien locomotora”: el recuerdo de su primer entrenador tras la muerte de Alejandra Oliveras

La voz de Carlos San Miguel se quebró al aire cuando habló de Alejandra “Locomotora” Oliveras. Fue el primero que creyó en ella y el que le dio el apodo que la acompañó toda la vida. En declaraciones al programa Noticias Argentinas, que se emite por AM990 Radio Splendid, el entrenador recordó cómo apareció por primera vez en su gimnasio, antes de un casamiento, y nunca más se fue.

“Su legado es que hay que luchar por lo que uno sueña”, dijo San Miguel, con el peso de la despedida en el pecho. Oliveras murió el lunes a los 47 años y el mundo del boxeo argentino no termina de asimilar su ausencia. Su carácter, su historia y sus logros dejaron una marca imposible de borrar.

El técnico relató que fue el padre de Alejandra quien primero notó su talento, fascinado por el estruendo que provocaba cuando golpeaba la bolsa. Aquel sonido marcó el inicio de una carrera que la llevó a conquistar seis títulos mundiales en cinco categorías, y a convertirse en un símbolo del boxeo femenino.

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San Miguel confesó que el apodo “Locomotora” surgió al verla entrenar con una potencia descomunal. “Tenía la fiereza y la potencia de un hombre”, afirmó. Fue esa intensidad la que la impulsó a no conformarse nunca y a seguir peleando incluso fuera del ring.

“Era auténtica y sin filtro”, la definió. Así la conoció el país entero, desde sus apariciones en televisión hasta sus campañas solidarias. Tenía una forma directa de decir las cosas y una manera única de motivar. Según su entrenador, era “marketinera sin haber estudiado marketing”.

Detrás de su sonrisa amplia y sus gestos extravagantes, había una mujer profundamente exigente consigo misma. San Miguel la describió como una persona temperamental, inteligente y frontal, que se enojaba con ella misma si algo no salía bien y se entrenaba el doble para corregirlo.

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También recordó su gratitud. La última vez que se vieron, Oliveras ya era campeona del mundo. Lo miró y le dijo: “Usted tuvo mucho que ver en esto”. Esa frase, simple y sincera, resume el vínculo que los unía desde los primeros guanteos.

“Se la va a recordar como lo que era: auténtica y frontal. Bien locomotora”, cerró San Miguel. Una despedida que suena a homenaje, y una historia que quedará grabada en la memoria del boxeo argentino.

Fuente: NA.