Un preso con tobillera electrónica causó un violento incidente frente a una escuela en Rawson

Un sujeto de 24 años que se encontraba bajo arresto domiciliario con tobillera electrónica fue detenido en Rawson, luego de protagonizar un escándalo frente a la Escuela N° 47, en el barrio Área 12. El hecho causó conmoción entre docentes, estudiantes y familias, ya que ocurrió en pleno horario escolar y a metros del patio donde se desarrollaba el recreo.

Según informaron fuentes oficiales, el hombre presentaba signos de haber consumido estupefacientes, lo que se sumó a su actitud agresiva. Se acercó a los límites del establecimiento educativo, comenzó a molestar a los alumnos y al ser advertido por personal policial, respondió con violencia.

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Intentó agarrarse a trompadas con los uniformados, arrojó piedras al patrullero y trató de treparse al paredón de la escuela, lo que obligó a una intervención inmediata para resguardar la integridad de los menores. Fue reducido rápidamente y trasladado a la comisaría local.

El detenido habría estado residiendo en Playa Unión, aunque no trascendió públicamente cuál era la causa judicial que motivó su arresto domiciliario. La presencia de la tobillera electrónica indica que el control judicial sobre sus movimientos ya estaba activo, pero eso no impidió que se trasladara por fuera del perímetro permitido.

Se le atribuyen ahora dos nuevas figuras legales: una contravención por alterar el orden público y un delito de desobediencia por haberse fugado del régimen domiciliario. El hecho ocurrió en una zona habitualmente tranquila, lo que generó aún mayor preocupación en la comunidad educativa.

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No se reportaron heridos, pero la tensión generada obligó a interrumpir brevemente las actividades escolares y mantener al resguardo a los alumnos dentro del edificio. Las autoridades del colegio activaron el protocolo de seguridad y dieron aviso inmediato a la policía.

Desde la fuerza indicaron que el seguimiento del dispositivo electrónico evidenció la violación del perímetro, aunque el alerta llegó con cierto retraso. La rapidez con que los vecinos alertaron a la policía fue clave para evitar que la situación pasara a mayores.

El joven fue alojado nuevamente en la comisaría, donde permanece a disposición de la Justicia, que deberá ahora evaluar la revocación del beneficio de prisión domiciliaria y posibles nuevas imputaciones.