El Conicet halló un caracol a 3.600 metros y las redes gritan: “¡Apareció Gary!”
Actualidad05/08/2025
Sergio Bustos
Apareció Gary!!!
“¡Han encontrado a GARY!”. Así, en mayúsculas, explotó X cuando el robot submarino del Conicet mostró en vivo un caracol a 3.665 metros de profundidad, en el Cañón de Mar del Plata. La criatura, inofensiva y brillante, se convirtió en viral por su parecido con el personaje de Bob Esponja.
La transmisión forma parte de una serie de exploraciones científicas del Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR), dependiente del Conicet, que hace semanas rompe récords de visualización en plataformas digitales.
Esta vez, el protagonista fue un caracol marino solitario que apareció en cámara con una parsimonia casi actoral. Alcanzó con unos segundos para que el público estallara con referencias a Fondo de Bikini.
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“Gary que te han hecho, trátenlo bien Conicet”, escribió @Nunuim2. La cuenta @alfranchuni, más efusiva, gritó: “¡Han encontrado a GARY!!!!... qué genialidad esto!”.
No es la primera criatura que genera reacciones de este tipo. La semana pasada, los científicos captaron una estrella de mar que los usuarios bautizaron como “Patricio culón”. Antes apareció un calamar y lo llamaron “Calamardo”.
“Encontraron a Calamardo, Patricio y ahora a Gary”, resumió @Delamanodemama2, celebrando lo que ya parece una saga submarina de dibujos animados con sello argentino.
Los científicos, por su parte, siguen con el trabajo de relevamiento en zonas abisales donde casi no hay registros previos. En paralelo, miles de personas siguen cada inmersión como si fuera una serie en vivo.
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La combinación de alta ciencia, transmisión digital y humor colectivo creó un fenómeno inesperado. Los clips del hallazgo se comparten por WhatsApp, Instagram y TikTok con memes, doblajes y hasta música original.
Desde el Conicet no emitieron comentarios oficiales sobre el “Gary nacional”, pero celebran el interés. “Nunca imaginamos este nivel de conexión con el público”, confesó un investigador durante una pausa del streaming.
Lo cierto es que, sin buscarlo, el instituto logró acercar la biología marina a miles de personas que hoy reconocen criaturas de las profundidades como si fueran viejos conocidos.
Para muchos, este experimento científico revela más que especies nuevas: muestra otra forma de vincularnos con el conocimiento. Una donde la risa también forma parte del aprendizaje.
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