Riquelme disolvió el Consejo de Fútbol de Boca y asume el control con Delgado

Juan Román Riquelme tomó una drástica decisión este miércoles al disolver el Consejo de Fútbol de Boca Juniors, en un intento urgente por revertir la crisis futbolística que atraviesa el club. La medida, que aún no fue acompañada por una conferencia oficial, marca el fin de un ciclo de fuerte impronta personalista en la conducción deportiva.

El nuevo encargado de canalizar las decisiones deportivas será Marcelo “Chelo” Delgado, íntimo amigo de Riquelme y excompañero en Boca, quien fue designado como secretario técnico y asumirá como nexo entre el cuerpo técnico y la Comisión Directiva.

Quedaron fuera de la estructura Alfredo Cascini, Mauricio “Chicho” Serna y Jorge Bermúdez, tres figuras que acompañaron a Riquelme desde el inicio de su gestión dirigencial y que encabezaron el ahora extinto Consejo. Bermúdez se encontraba de licencia en Colombia por motivos “familiares y personales” y no retomará funciones.

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En el caso de Cascini, no se descarta que continúe vinculado al club desde otro rol, pero ya sin participación directa en la conducción del plantel profesional. Serna, por su parte, recibió una despedida formal a través de un comunicado que reconoció su gestión en los últimos títulos y su aporte en la promoción de juveniles.

“Durante su gestión, el Club alcanzó importantes logros deportivos e institucionales, período en el cual obtuvo seis títulos oficiales”, señala el mensaje publicado por el club, que destaca además el hecho de haber sido el último equipo argentino en llegar a una final de Copa Libertadores.

Los rumores sobre la nueva conformación de la Secretaría Técnica aún no se confirman. En el predio de Ezeiza resuenan nombres como el del exarquero Carlos Fernando Navarro Montoya y Alberto “Beto” Márcico, aunque Boca aún no oficializó su incorporación al nuevo esquema.

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Este giro institucional también está condicionado por un reciente anuncio de la AFA, que establece que desde enero de 2026 todos los clubes de Primera División y Primera Nacional deberán contar con un Director Deportivo que posea la Licencia Pro. Esta acreditación implica una formación específica para profesionalizar el rol y dotarlo de mayor transparencia.

A partir del próximo año, quien ocupe ese puesto en Boca deberá completar este curso, un requisito obligatorio para continuar al frente de la estructura futbolística profesional, sin excepciones.

Con esta reconfiguración, Boca busca recobrar el rumbo futbolístico tras una etapa con resultados dispares y conflictos internos. Riquelme, cada vez más consolidado como la figura central en el manejo institucional, apuesta a una estructura más ágil, moderna y ajustada a las nuevas exigencias normativas del fútbol argentino.