Copa Sudamericana: Independiente cayó por la mínima y definirá en Avellaneda

Independiente sufrió un revés importante en su visita a Santiago al caer por 1-0 ante Universidad de Chile en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana. El equipo argentino mostró actitud y momentos de buen manejo, pero volvió a pagar caro su falta de contundencia. El tanto del juvenil Lucas Assadi marcó la diferencia en un encuentro parejo, donde el Rojo mereció algo más.

Durante varios tramos del primer tiempo, el equipo dirigido por Julio Vaccari logró imponerse en la mitad de la cancha y controlar la posesión, aunque sin generar demasiado peligro en el área rival. La falta de profundidad fue uno de los principales problemas de Independiente, que volvió a repetir errores de partidos anteriores. En cambio, la U fue más efectiva y aprovechó al máximo su momento.

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El gol chileno llegó a los 35 minutos de la primera mitad, tras una gran jugada por derecha de Marcelo Morales, quien combinó con Hormazábal y asistió a Lucas Assadi. El joven delantero no dudó, se perfiló fuera del área y sacó un remate preciso al palo derecho de Rodrigo Rey, que nada pudo hacer. Fue un golpe que dejó descolocado al conjunto argentino.

Independiente reaccionó con fuerza en el segundo tiempo y se fue en busca del empate, adelantando sus líneas y ganando terreno. Tuvo situaciones claras, especialmente con remates de Ávalos y Luna, pero se topó con un arquero rival seguro y una defensa bien plantada. La ansiedad y la falta de claridad en los últimos metros le impidieron a los de Avellaneda llegar al gol.

Cuando el equipo empujaba con más decisión y parecía estar cerca del empate, una jugada aislada cambió el rumbo del partido. Matías Abaldo, que ya tenía amarilla, cometió una infracción innecesaria sobre Ramírez en mitad de cancha y vio la roja. “Fue una irresponsabilidad que nos complicó todo”, admitió un compañero tras el partido.

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Con un jugador menos, el Rojo perdió intensidad y comenzó a mostrar señales de desgaste físico. La U de Chile, que había cedido el protagonismo, se replegó definitivamente y cuidó con firmeza la ventaja mínima. A pesar de un último intento desesperado, Independiente no logró cambiar la historia.

La derrota obliga al equipo argentino a ganar la semana que viene en Avellaneda si quiere seguir con vida en la competencia continental. El partido de vuelta se jugará el próximo miércoles y no admite margen de error. “Estamos convencidos de que lo podemos dar vuelta en casa”, declaró Vaccari, aunque la presión crece.

Con este resultado, el entrenador suma seis partidos sin ganar, una racha que ya comienza a incomodar a los hinchas y directivos. El mal momento deportivo se combina con un rendimiento irregular que no termina de convencer. Independiente se juega mucho más que un pase de ronda: también se juega su presente futbolístico.