Garnacho rechazó al Bayern Múnich y presiona para sumarse al Chelsea, campeón del mundo de clubes

Alejandro Garnacho tomó una decisión que puede marcar su futuro inmediato. El delantero hispano argentino, actualmente en conflicto con el Manchester United, rechazó una propuesta del Bayern Múnich y manifestó a la dirigencia inglesa su firme intención de jugar en el Chelsea, vigente campeón del Mundial de Clubes de la FIFA.

El atacante de 21 años atraviesa un momento delicado en el club de Old Trafford. La tensión comenzó tras la final de la UEFA Europa League disputada el pasado 21 de mayo, cuando el United cayó 1-0 ante Tottenham. Garnacho ingresó solo en los últimos veinte minutos y, al terminar el encuentro, expresó su frustración con una frase que retumbó fuerte: “fue una mierda, no le ganamos a nadie”.

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Esa declaración pública provocó la reacción del entrenador portugués Rubén Amorim, quien resolvió marginarlo del plantel profesional. Desde entonces, el joven delantero comenzó a buscar un nuevo destino para continuar su carrera y encontró en el Chelsea una oportunidad inmejorable para relanzarse en la elite.

Según trascendió, Garnacho ya acordó las condiciones de su contrato con el conjunto londinense. Sin embargo, todavía resta que Chelsea y Manchester United definan los términos de la transferencia, un punto en el que las negociaciones avanzan pero aún no se cerraron.

En medio de esas gestiones apareció el Bayern Múnich, dispuesto a quedarse con el futbolista que fue campeón de América con la Selección argentina en 2024. El club alemán presentó una propuesta formal, aunque rápidamente se topó con la negativa del propio Garnacho, quien fue tajante al hablar con la dirigencia de los “Red Devils”: “me venden o me quedo acá sin jugar por los próximos 6 o 12 meses”.

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La postura del delantero dejó en claro que su prioridad es sumarse al Chelsea, institución que viene de consagrarse en la máxima competencia de clubes organizada por la FIFA y que atraviesa un presente deportivo sólido en la Premier League.

Mientras tanto, en Manchester crece la presión sobre la dirigencia, que deberá resolver en qué condiciones dejará ir a una de sus principales promesas. Lo cierto es que el atacante no piensa dar marcha atrás y su destino parece estar cada vez más cerca de Stamford Bridge.