El Senado avanza con la emergencia pediátrica y deja al Gobierno en el centro del conflicto

El Congreso volvió a transformarse en escenario de tensión política. El plenario de comisiones del Senado aprobó el dictamen que declara la emergencia en pediatría, una medida que ya cuenta con media sanción de Diputados y que ahora quedó a un paso de ser votada en el recinto.

La sesión se realizó en el Salón Illia y estuvo presidida por Lucía Corpacci, titular de la Comisión de Salud. Desde el inicio, el tema se instaló como prioritario. El proyecto busca garantizar atención pediátrica equitativa, mejorar el funcionamiento de hospitales y proteger el derecho a la salud de niñas y niños.

El texto aprobado incluye artículos de fuerte impacto. Dispone la recomposición inmediata de los salarios del personal de salud, asistencial y no asistencial, además de los residentes nacionales, con la condición de que no cobren por debajo de lo percibido en noviembre de 2023.

Otro punto central es la eximición del pago de ganancias para médicos y trabajadores cuando cumplen guardias, horas extras o tareas críticas. La norma habilita al Ejecutivo a reasignar partidas del presupuesto vigente e incluso a ampliar recursos con fondos destinados a contingencias sanitarias.

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El debate se cargó de chispazos políticos. La senadora chubutense Edith Terenzi presentó un dictamen alternativo con modificaciones. La reacción fue inmediata. Juliana Di Tullio le pidió en público que retire su propuesta y acompañe el texto que ya aprobó Diputados, en un gesto inusual dentro del plenario.

El jefe del interbloque peronista, José Mayans, advirtió que cualquier cambio dilataría la sanción final. Su postura coincidió con la del kirchnerismo, que empujó el dictamen original. La discusión dejó en claro que la oposición pretende acelerar los tiempos y llegar al recinto lo antes posible.

Desde la UCR, Martín Lousteau sumó una mirada crítica. “Hay maneras de corregir cosas a futuro si hacemos el trabajo de no llegar a esta instancia. Hagamos el trabajo para adelante, que hay una emergencia para atender”, sostuvo, en referencia a la situación del Garrahan.

La voz del PRO estuvo representada por Guadalupe Tagliaferri, que coincidió en la urgencia pero lanzó un dardo al Gobierno nacional. “Nada garantiza que el proyecto no sea vetado por Javier Milei. Estamos frente a un Gobierno que piensa más en autos que en la pediatría”, disparó.

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La bancada libertaria defendió la posición oficialista. El jujeño Ezequiel Atauche elogió el dictamen de Terenzi y acusó al kirchnerismo de usar el tema con fines electorales. “Esta situación no empezó hace un año. El debate se utiliza con fines prelectorales”, dijo, lo que generó un cruce con Corpacci, que lo acusó de faltar el respeto a los trabajadores del Garrahan presentes.

El clima se tensó a medida que avanzaban las exposiciones. Afuera del recinto, gremios y asociaciones médicas seguían la sesión con expectativa. Para ellos, la declaración de emergencia significa un alivio ante la crisis salarial y la falta de insumos que atraviesan los hospitales pediátricos.

La Oficina de Presupuesto del Congreso publicó su propio informe. Equiparar las remuneraciones de residentes y personal pediátrico al nivel de noviembre de 2023 implicará un gasto adicional de más de $65.000 millones en el segundo semestre. Si se anualiza, la cifra asciende a $133.433 millones.

El documento también detalló que el sistema de residencias médicas cuenta con 3.176 agentes, de los cuales casi el 60% son becarios sin relación laboral plena, un dato que refleja la precariedad en la que se apoya gran parte del sistema de atención.

Con el dictamen aprobado, la oposición presiona para que el tema llegue al recinto cuanto antes. El kirchnerismo apuesta a que se trate esta misma semana, mientras otros bloques imaginan la sesión para la próxima. El oficialismo, en tanto, advierte sobre la posibilidad de un veto presidencial.

La discusión dejó al descubierto un punto sensible: la salud infantil como bandera política. La emergencia pediátrica quedó instalada en el centro de la agenda y puso al Gobierno bajo la lupa en un tema de alto impacto social.