La ciudad portuguesa que esconde un “palacio de Disney” entre castillos y jardines

Entre cerros boscosos, calles empedradas y balcones floridos, Sintra ofrece uno de los conjuntos arquitectónicos más encantadores de Europa, con palacios reales, castillos islámicos y quintas señoriales rodeadas de naturaleza protegida por la UNESCO. Con raíces celtas y tradición aristocrática desde el siglo XV, el municipio sorprende por la armonía entre su patrimonio y el entorno natural.

En este escenario se esconde la Quinta da Felicidade, una finca privada de 9200 m² que muchos conocen como “el palacio de Disney de Sintra”. La propiedad, levantada en los años 80 por el empresario portugués Carlos Maia Nogueira como regalo para su hija, incluye una mansión, un salón de baile, tres piletas y un castillo de cuento inspirado en los diseños de Disney. La residencia cuenta con columnas de mármol, calefacción por losa radiante y hasta un búnker privado, rodeada de un bosque que refuerza su aire de fantasía.

Aunque el “palacio de Disney” es un secreto guardado en medio del Parque Natural de Sintra-Cascais, el verdadero corazón de la ciudad se encuentra en sus monumentos históricos. El Palácio Nacional de Sintra, con sus dos chimeneas cónicas blancas, es uno de los palacios medievales mejor preservados de Portugal y fue residencia real hasta 1910.

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Más arriba se alza el Palácio da Pena, una explosión de colores y estilos románticos del siglo XIX, convertido en símbolo de la ciudad. Sus terrazas ofrecen vistas panorámicas que abarcan valles, bosques e incluso el Atlántico.

El Castelo dos Mouros, de origen islámico, conserva sus murallas del siglo IX y permite recorrer torres que evocan la época medieval. No muy lejos, la enigmática Quinta da Regaleira despliega grutas, túneles y pozos iniciáticos que combinan romanticismo y simbología esotérica, en un recorrido donde cada rincón parece tener un secreto.

Lo fascinante de Sintra es que este conjunto monumental convive con parques, rutas de senderismo y bosques densos donde la arquitectura parece surgir de la naturaleza. En pocos kilómetros, la ciudad reúne castillos moriscos, palacios reales y propiedades privadas que parecen salidas de un cuento, algo difícil de encontrar en otros puntos de Europa.

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El encanto de Sintra está en ese equilibrio: historia profunda, lujo extravagante y naturaleza envolvente que convierten al lugar en un escenario fantástico y real al mismo tiempo.

Fuente: LA NACION.