Argentina se retira del Consejo de Derechos Humanos de la ONU

El Gobierno confirmó que Argentina no se postulará para integrar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, organismo encargado de promover y proteger las garantías fundamentales en el mundo. La decisión responde a la política del presidente Javier Milei de reducir la presencia del país en agencias multilaterales de Naciones Unidas, a las que considera prescindibles para su plan internacional.

La medida, que se había anticipado de manera extraoficial en febrero, fue comunicada al representante argentino ante la ONU, Francisco Tropepi, y luego derivada a Carlos Foradori, delegado en la sede de Ginebra. “Las instituciones internacionales seguirán funcionando con o sin nuestro país, pero aunque no sorprenda, Milei no tiene interés de tener un lugar en esa mesa para influir en las normas y políticas del futuro, ni siquiera para proteger los derechos humanos de las personas en Argentina”, denunció Amnistía Internacional al conocerse la decisión.

El Consejo de Derechos Humanos está compuesto por 47 Estados miembros, elegidos cada año por la Asamblea General de la ONU. Argentina había sido parte activa de este foro desde el regreso de la democracia, construyendo prestigio por su política de memoria, verdad y justicia, además de posicionamientos sobre derechos civiles como el matrimonio igualitario y su postura crítica frente a regímenes como los de Nicaragua y Venezuela.

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La decisión de Milei se suma a otras medidas de vaciamiento en espacios multilaterales. Entre ellas, la reducción de delegaciones en comitivas oficiales y la proyección de salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), prevista para 2026, en línea con la política internacional impulsada por Donald Trump y replicada luego por Israel en distintos foros de Naciones Unidas.

En la Casa Rosada justifican esta postura como parte de una política exterior “en defensa de la libertad” y contra lo que Milei denomina “el leviatán de múltiples tentáculos” de Naciones Unidas. Ya en su discurso en la Asamblea General de septiembre de 2024, el mandatario había cuestionado la Agenda 2030 y anunció que Argentina abandonaría su histórica neutralidad para alinearse con posiciones más confrontativas.

El retiro del Consejo deja en suspenso la voz de Argentina en un espacio central de debate sobre violaciones de derechos humanos a nivel global. La última observación emitida por el organismo hacia el país había expresado preocupación por los nombramientos de jueces de la Corte Suprema mediante decreto presidencial, advirtiendo que “el Ejecutivo no está por encima de la ley”. Desde el Gobierno se consideró esta comunicación como una injerencia en decisiones internas.

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Con esta decisión, Argentina se aparta de un organismo que, hasta diciembre de 2022, había tenido como miembros a 123 de los 193 Estados de la ONU. El retiro marca un cambio de rumbo frente a una política exterior que, durante décadas, buscó fortalecer la presencia del país en foros internacionales vinculados a la defensa de los derechos humanos.

Fuente: Infobae.