

En Puerto Madryn, el fenómeno de las motos abandonadas crece semana a semana. Las sanciones por maniobras imprudentes superan los $200.000 y cada vez más propietarios dejan sus vehículos en el corralón sin retirarlos.


Durante los últimos días, el área de Tránsito retuvo más de 25 motocicletas. De ese total, 18 quedaron secuestradas por faltas graves como wheelies, escapes modificados y la ausencia de elementos de seguridad.
Las medidas se enmarcan en operativos de control que buscan ordenar la circulación y prevenir accidentes. Según los inspectores, las maniobras peligrosas se repiten con frecuencia en el boulevard Brown, donde se detectan conductores que realizan acrobacias a plena luz del día.
El coordinador de Tránsito y Transporte, Néstor Siri, explicó que “en Madryn circulan alrededor de 15.000 motos y lo que buscamos no es prohibir su uso, sino garantizar que lo hagan con seguridad y responsabilidad”.
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El funcionario remarcó que el problema no es la cantidad de motos, sino las conductas riesgosas. “Queremos que los conductores utilicen casco, espejos y que mantengan la moto en su estado original con todos los elementos de protección”, señaló.
Siri reconoció que modificar los escapes es una costumbre difícil de erradicar. “Cuesta que los motociclistas tomen conciencia de que esos cambios generan ruidos molestos y afectan a terceros”, afirmó.
En los casos de infracciones por maniobras peligrosas, los montos de las multas resultan determinantes. “Estamos hablando de sanciones que rondan los 200 mil pesos hacia arriba”, puntualizó el coordinador.
Ese nivel de sanción explica por qué muchos dueños optan por no retirar sus motos. Con el paso del tiempo, los vehículos se acumulan y generan un verdadero cementerio en los predios municipales.
Ante esta situación, la comuna ya estudia alternativas para resolver la acumulación. Entre ellas, el remate de motocicletas abandonadas, una medida prevista por la normativa vigente.
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Siri también hizo hincapié en la necesidad de cambiar hábitos culturales. “Son conductas que deberían corregirse rápido, pero como tienen que ver con modas y costumbres, requieren más tiempo”, expresó.
Los controles continuarán en distintos puntos de la ciudad. El municipio sostiene que la única forma de reducir los riesgos es con operativos constantes, sanciones firmes y campañas de concientización.
En paralelo, se insiste en que la prioridad no es castigar sino lograr que los motociclistas circulen de manera segura, visibles para terceros y sin exponer su vida ni la de los demás.
Con multas cada vez más altas y un parque de 15.000 motos en circulación, Madryn enfrenta un desafío en materia de tránsito que ya impacta en el espacio público y en los recursos municipales.

















