SanCor al borde del abismo: empleados piden la quiebra tras deudas millonarias

SanCor, emblema de la industria láctea argentina, atraviesa el tramo más crítico de sus más de ocho décadas de historia. Los empleados resolvieron en asamblea pedir la quiebra de la cooperativa luego de meses sin cobrar sus salarios.

El encuentro se realizó el fin de semana en Rafaela, Santa Fe, donde la empresa mantiene su concurso de acreedores. Con unanimidad, los trabajadores votaron la presentación judicial que se formalizará en las próximas horas.

Los números son elocuentes. SanCor acumula $70.000 millones en deudas preconcursales y otros $20.000 millones ligados a sueldos y cargas sociales impagas. Una montaña de pasivos que empuja a la firma al borde de la disolución.

La crisis se refleja en las góndolas. Los productos casi desaparecieron de supermercados y almacenes. Los quesos y yogures apenas sobreviven en algunos autoservicios. La marca que fue símbolo de la mesa argentina se desdibuja del consumo cotidiano.

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La cooperativa intentó sostenerse a través de contratos a fasón, es decir, la producción para terceros. Empresas como Elcor, Punta del Agua y La Tarantela mantienen acuerdos que permiten a las plantas seguir en actividad mínima.

En paralelo, la compañía recortó 370 puestos de trabajo en un intento desesperado por ajustar costos. Sin embargo, la reducción de personal no logró revertir la caída ni mejorar el flujo de fondos.

Los sueldos impagos son la cara más dramática del colapso. Desde abril los empleados apenas percibieron un porcentaje del salario de ese mes. Mayo, junio, julio y agosto siguen sin abonarse, al igual que el medio aguinaldo.

La deuda se extiende a los aportes y contribuciones. SanCor retuvo pero no depositó fondos destinados a la obra social OSPIL, la mutual AMPIL y el sindicato ATILRA. La cifra supera los $14.000 millones.

El gremio confirmó que se emitieron más de 2.500 intimaciones de pago sin obtener respuestas. Los trabajadores sostienen que la empresa ya entró en cesación de pagos y no muestra señales de recuperación.

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En un comunicado, ATILRA advirtió que la falta de cumplimiento incluye “obligaciones alimentarias esenciales e inexcusables”. El sindicato acompañará la presentación judicial y asumirá la búsqueda de potenciales inversores.

La intención de los empleados no es el cierre. Reclaman la quiebra con continuidad operativa, un mecanismo que permite mantener las plantas abiertas mientras se ordena la situación financiera.

“Queremos garantizar los puestos de trabajo y evitar que SanCor desaparezca definitivamente”, señalaron los delegados sindicales tras la asamblea.

El futuro de la histórica cooperativa dependerá ahora de la decisión judicial y de la capacidad de atraer capital fresco. La magnitud de las deudas y la pérdida de mercado vuelven incierto el desenlace.

Con más de 80 años de historia, SanCor enfrenta su hora más difícil. De ícono de la lechería nacional a empresa quebrada, el recorrido refleja el colapso de un modelo cooperativo que alguna vez supo marcar rumbo en el sector alimenticio argentino.