Río Negro acuerda con petroleras proteger el patrimonio cultural y científico en zonas energéticas

La provincia de Río Negro firmó un Acta de Compromiso y Colaboración con empresas petroleras y de servicios para proteger el patrimonio cultural, arqueológico y paleontológico durante las actividades energéticas.

El acuerdo fue rubricado por Pan American Energy (PAE), Oldelval, Medanito, Phoenix y la Cámara Empresarial de Servicios de Río Negro (CES), con la expectativa de sumar pronto a compañías que trabajan en la zona atlántica de Sierra Grande, donde se construye el oleoducto Vaca Muerta Sur.

El objetivo es compatibilizar la infraestructura energética con la preservación de bienes históricos y científicos considerados no renovables. “Buscamos generar una agenda de visibilización, dar trazabilidad a los descubrimientos y articular con las empresas privadas”, explicó el secretario de Cultura, Franco Ávila.

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El funcionario señaló que los hallazgos que surgen en movimientos de suelo pueden convertirse en material de investigación y también en atractivo turístico. “La ruta de turismo patrimonial es una oportunidad para atraer visitantes interesados en el conocimiento científico”, destacó.

Las empresas firmantes asumieron compromisos concretos: incorporar planes de gestión cultural, contratar especialistas en monitoreo y capacitar a su personal en protocolos de actuación ante descubrimientos en obra.

Por su parte, el Gobierno provincial se comprometió a brindar asistencia técnica, coordinar entre organismos y garantizar el cumplimiento de la normativa vigente.

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El acuerdo no solo apunta a resguardar piezas de valor científico, sino también a fortalecer la identidad cultural de la provincia y abrir oportunidades para la educación y el turismo internacional.

Desde Cultura destacaron que el trabajo conjunto con el sector privado permitirá dar a conocer a la comunidad educativa los hallazgos que se registren y generar nuevas producciones culturales.

El acta marca un precedente en la Patagonia al instalar la preservación del patrimonio como parte de la agenda energética, en un contexto donde los proyectos extractivos se expanden a gran escala.