Celebraron a la Virgen de UrkupiñaUna tradición que crece
La celebración de la Virgen de Urkupiña volvió a ganar las calles de Gaiman con un clima de respeto y alegría compartida. Hubo misa en la Iglesia Nuestra Señora de Luján y actividades en la plaza. La comunidad sostuvo una tradición que crece.
Desde temprano llegaron fraternidades de la región con trajes coloridos y estandartes bordados. La música marcó el paso de las comparsas, mientras familias siguieron el recorrido. La devoción convivió con una estética llena de brillo. El dispositivo incluyó sonido, escenario y acompañamiento municipal para ordenar accesos y circulación. Se dispusieron sectores de hidratación y sombra. La organización priorizó comodidad y seguridad para todas las edades.
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Autoridades locales acompañaron cada tramo y destacaron el valor de la fiesta para la identidad de la ciudad. Participaron representantes de Cultura y Producción. El apoyo institucional dio marco a un evento masivo y plural. Las danzas típicas convocaron a fotógrafos y curiosos que celebraron cada cuadro. Se cuidó la puesta en escena y el respeto por los símbolos religiosos. La diversidad cultural encontró un espacio visible y bien cuidado.
Comerciantes y emprendedores ofrecieron sabores regionales y artesanías, con buena rotación durante toda la tarde. Visitantes de ciudades cercanas se sumaron al paseo. La actividad impulsó el movimiento económico local.
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El templo recibió promesas y agradecimientos, mientras la plaza concentró espectáculos y feria. La circulación entre ambos puntos fue constante y ordenada. El diseño doble de la jornada favoreció participación sostenida. Equipos municipales y voluntarios coordinaron limpieza y logística para dejar el espacio en condiciones. Se reforzó la señalización para personas mayores. El detalle operativo mejoró la experiencia sin restar calidez.
Con el cierre musical y la bendición final, la fiesta confirmó su lugar en el calendario regional. Gaiman renovó su compromiso con el encuentro colectivo. Urkupiña se consolidó como celebración de fe, cultura y comunidad.
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