De la fiesta al susto: Boca Juniors ganaba 2-0 y terminó empatando

Boca Juniors dejó pasar una oportunidad inmejorable de quedar como único líder de la Zona B al empatar 2-2 con Central Córdoba en La Bombonera. El equipo de Miguel Ángel Russo había sacado una ventaja de dos goles, pero en el segundo tiempo bajó la intensidad y permitió la reacción de la visita. José Florentín e Iván Gómez marcaron para el Ferroviario y silenciaron el estadio con un empate que dolió más que una derrota.

Durante los primeros minutos, Boca intentó imponer condiciones, aunque Central Córdoba generó peligro con remates de Milton Giménez. La apertura del marcador llegó a los 40 minutos con un gol de Rodrigo Battaglia, tras una buena jugada colectiva. El mediocampista sorprendió con un ingreso al área y definió cruzado para el 1-0.

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En el complemento, el Xeneize salió con más decisión y rápidamente estiró la ventaja. A los 11 minutos, Miguel Merentiel aprovechó una gran asistencia y definió con categoría para poner el 2-0. El partido parecía controlado, y la Bombonera se preparaba para celebrar otra victoria.

Pero el equipo santiagueño reaccionó sin rodeos. A los 16 minutos, José Florentín descontó tras un remate dentro del área que descolocó a Aguerre. Ese gol cambió el ánimo del partido y encendió la alarma en el banco local.

Con el envión anímico, la visita fue por más y encontró el empate a los 37 minutos. Iván Gómez recibió fuera del área y sacó un remate perfecto que se clavó en el ángulo. Nada pudo hacer el arquero para evitar el 2-2 y la desazón generalizada.

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Boca no pudo reaccionar después del golpe. Las variantes no lograron cambiar la historia, y el equipo perdió claridad en ataque. Central Córdoba, en cambio, se defendió con orden y aguantó el resultado con firmeza.

El empate dejó a Boca en la segunda posición de la Zona B con 15 puntos, uno por debajo de Racing. Además, desaprovechó la chance de quedar como líder de la tabla anual. El sabor fue amargo, especialmente por cómo se dio el resultado.

Central Córdoba sumó un punto que vale oro en la lucha por salir del fondo. El equipo de Omar De Felippe mostró carácter y no se dio por vencido, ni siquiera cuando el partido parecía perdido. Para Boca, la bronca fue inevitable.