Explosión en depósito de pirotecnia sacudió la calma de Roca

La mañana en General Roca transcurría tranquila hasta que un estruendo rompió el silencio. Una detonación en Coronel Rodhe al 1800 sacudió a Parque San Juan y puso en alerta a toda la ciudad.

En segundos, las calles se llenaron de vecinos que buscaban entender qué pasaba. Desde varios puntos de Roca se podía ver una columna de humo negro que se elevaba con violencia sobre el barrio.

La primera explosión fue solo el inicio. Durante más de diez minutos se escucharon estruendos continuos que hicieron temblar puertas y ventanas de las casas cercanas.

Algunos vecinos decidieron salir corriendo con lo puesto. Otros se refugiaron en patios o veredas. El miedo era que las chispas o fragmentos alcancen sus viviendas.

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Una vecina relató que fue la primera en llegar al predio. “Vi al propietario intentando apagar el fuego con un balde de arena mientras seguían las detonaciones”, contó.

El hombre, conocido en la ciudad por haber tenido un comercio de telecomunicaciones, estaba solo en el lugar. Minutos después, una ambulancia del Siarme lo asistió en la vereda y confirmaron que no presentaba heridas graves.

La Policía cercó la zona y pidió a los vecinos no acercarse. El comisario José González detalló: “Estamos trabajando con Bomberos y Defensa Civil. No tenemos por el momento un número de víctimas”.

Bomberos ingresaron entre las llamas y comenzaron a sofocar el foco principal. Revisaron depósitos internos, patios y vehículos dañados por la onda expansiva.

El fuego consumió buena parte del material almacenado. Restos de pirotecnia quedaron esparcidos en el suelo, todavía humeantes. Los bomberos señalaron que la situación fue riesgosa por la cantidad de explosivos.

El perímetro sigue bajo custodia. La Policía instaló un vallado y cortó las calles cercanas para evitar el paso de vehículos.

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Vecinos dijeron que desconocían que funcionaba un depósito en esa vivienda. “Nadie sabía que había pirotecnia guardada ahí”, comentaron sorprendidos.

El temor se extendió por el barrio. Familias enteras salieron con lo que pudieron llevar. Varios niños lloraban mientras se escuchaban las sirenas de los bomberos.

Según las primeras averiguaciones, el lugar funcionaba como un depósito clandestino. No contaba con habilitación municipal ni medidas de seguridad.

Los investigadores intentan establecer cómo se originó la primera explosión. Se sospecha que una chispa o un cortocircuito pudo haber detonado la carga.

El propietario permanece bajo observación médica. La justicia deberá definir si existirá una imputación por almacenamiento ilegal de explosivos.

La ciudad sigue conmovida. El estruendo todavía resuena en la memoria de los vecinos de Parque San Juan, que vivieron minutos de pánico en una mañana que parecía común.