Argentina muestra su potencial minero y genera inquietud en Chile y la región
Actualidad22/09/2025
REDACCIÓN
Minería San Juan
La publicación oficial sobre recursos minerales en Argentina generó un intenso eco en la prensa internacional. El documento, elaborado por la Secretaría de Minería, ubicó al país dentro de los territorios con mayor diversidad geológica y abrió un interrogante central: ¿puede Argentina modificar el mapa minero sudamericano en los próximos años?
En los últimos días, Perú y Chile, referentes históricos de la industria, pusieron en palabras sus inquietudes. Desde Arequipa, en el marco de PERUMIN 37, la presidenta Jimena Sologuren advirtió sobre la necesidad de reactivar proyectos pendientes para no perder terreno frente a la competencia. Pocas horas más tarde, diarios chilenos recogieron la misma preocupación, señalando que los números difundidos desde Buenos Aires podrían anticipar una nueva etapa en la disputa por minerales estratégicos.
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El trabajo oficial destacó la magnitud de los recursos argentinos en litio, cobre, oro y uranio. En particular, la proyección sobre el litio lo coloca como uno de los países con mayor potencial de crecimiento. Según analistas consultados, la instrumentación del Régimen de Incentivos a Grandes Inversiones (RIGI) ofrece un marco atractivo para acelerar la llegada de capitales internacionales.
El cobre sigue marcando la diferencia. Chile conserva el liderazgo mundial con una porción cercana al 20% de las reservas globales, mientras que Argentina suma proyectos incipientes que aún requieren inversión y tiempo. “La competencia inmediata no se dará en el cobre, sino en el litio”, sostuvo el consultor Juan Ignacio Guzmán en una de las opiniones que circularon en la prensa regional.
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En contraste, el oro aparece como un terreno fértil para la expansión argentina. Con reservas que superan los 30 millones de onzas, el país se ubica entre los quince con mayores recursos del planeta. Operaciones como Cerro Negro, en Santa Cruz, consolidan una base productiva que podría crecer en el corto plazo y que coloca a Argentina en una posición más expectante que la de su vecino trasandino.
El uranio agrega un componente singular. Aunque hoy no existen explotaciones activas, los cálculos oficiales superan las 36 mil toneladas en yacimientos localizados en Salta y Mendoza. La eventual reapertura de esas minas reintroduciría a la Argentina en un mercado sensible para la seguridad energética global, donde Chile no tiene presencia.
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La lectura desde Santiago reconoce que la supremacía en cobre se mantiene intacta, pero admite que el dinamismo argentino en litio y oro podría alterar el equilibrio regional en los próximos años. La posibilidad de atraer inversiones dependerá, coinciden los especialistas, de la estabilidad normativa y la continuidad de reglas claras para los proyectos de largo plazo.
Argentina aparece entonces frente a una oportunidad histórica: transformar sus recursos en riqueza tangible y sumar protagonismo en la escena internacional. La atención está puesta en cómo el país podrá convertir este potencial en producción sostenida, empleo y exportaciones que refuercen su economía.
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