COMPRAR LENTES EN LA PLAYA ¿UNA GANGA O PONERSE EN PELIGRO?

Llega el verano y, con éste, los vendedores ambulantes de la playa. Desde el sector del comercio ...

Actualidad 12 de enero de 2018 Nicolás Maciel

Llega el verano y, con éste, los vendedores ambulantes de la playa. Desde el sector del comercio es visto como “competencia desleal”. Sumado en el caso de los lentes de sol, como “un peligro” para los consumidores.


El paisaje de la costa se ve cada verano colmado de bañistas y de vendedores ambulantes. Muchos de ellos, de nacionalidad extranjera, vendiendo entre otras cosas lentes de sol. Por las marcas y precios que manejan, los mismos no parecieren ser “legítimos” y en muchos casos, no cumplirían con las normas de construcción que garanticen la protección UVB, UVC. Sino que, en muchos casos, podrían agravar los riesgos.

Qué dice el Consejo Argentino de Oftalmología


Es verdad que los lentes que se compran en la calle son baratos y, hasta parecen atractivos, pero desde el punto de vista de la salud pueden costar muy caro. Algunos lentes de sol que se compran en mercados callejeros no sólo no protegen la vista, sino que pueden aumentar el daño, advierte recientemente el Consejo Argentino de Oftalmología.

Los anteojos oscuros crean un efecto de cámara oscura que dilata la pupila y, al carecer de filtros para rayos ultravioletas, terminan haciendo que la vista sea más afectada por la radiación UV

Para entender este efecto, se puede "dar forma de tazas a ambas manos y colocarlas sobre los ojos", explica el oftalmólogo Ernesto Ferrer, expresidente y asesor del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino de Oftalmología.

"Al abrir los ojos estará un espacio oscuro similar al que producen los lentes para sol no controlados. Esto produce dilatación de ambas pupilas, lo que produce mayor penetración de luz ultravioleta al interior del ojo".

¿En qué debemos fijarnos al comprar gafas de sol?


La radiación es medida por su longitud de onda en nanómetros. Un nanómetro (nm) es la millonésima parte de un milímetro.

La luz visible va aproximadamente de los 400 a los 700 nm y la ultravioleta de los 100 a los 400.

Para que las gafas protejan contra los tipos más dañinos de radiación ultravioleta, "los lentes deben tener constancias de protección UVB, UVC, entre 290-320 nm".
Fuente: BBC Mundo

   

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