CIERRAN LAS NUEVAS EXPORTACIONES DE HARINA Y ACEITE DE SOJA

Lo decidió el Gobierno. Se teme que suban retenciones del 31 al 33%. Y que esa medida podría exte...

Actualidad 13 de marzo de 2022 Roxana Etcheverry

Lo decidió el Gobierno. Se teme que suban retenciones del 31 al 33%. Y que esa medida podría extenderse a otros cultivos.




Justo en el arranque de la cosecha el Gobierno decidió cerrar el registro de nuevas exportaciones vinculadas a los subproductos de soja como la harina y el aceite. Para los expertos es la ante sala de una suba de retenciones, tal como anticipó en su columna en Clarín Marcelo Bonelli el último viernes.

Este domingo a la tarde el Ministerio de Agricultura, a través de una Comunicación dictada por la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, cerró la posibilidad de anotar nuevas exportaciones de la harina de soja, el mayor producto de exportación. La medida también alcanza al aceite de soja. Esos dos derivados de la molienda de soja hoy pagan el 31% y la primera impresión es que el gobierno podría eliminar el diferencial histórico y subir ese tributo a 33%. Se calcula que podrían arrimar unos US$ 400 millones extras que totalizarían US$ 6.800 millones en retenciones por esos productos.

A su vez el poroto de soja paga el 33%. Pero en este caso su exportación no está cerrada.

Con este cierre del registro de Declaraciones Juradas de Ventas de Exportación el gobierno busca evitar que las aceiteras sigan anotando negocios de exportación. La Argentina produce unas 40 a 45 millones de toneladas del poroto de soja y exporta el 95%. Unas 35 millones de toneladas se procesan en las fábricas locales y solo se exporta sin procesar unas 8 a10 millones de toneladas anuales.

El complejo sojero, que por si solo explicó cerca del 30% de las exportaciones de este año, aportó en 2021 unos 9.000 millones de dólares en retenciones, consignó el sitio especializado Bichos de Campo.

El ministro Domínguez negó la semana pasada cualquier retoque a las retenciones. Es probable que su promesa se mantenga en el caso del trigo y del maíz hoy en 12% y que podría elevar la alícuota al 15% sin pasar por el Congreso.

Tiene lógica dado que esas cosechas están prácticamente vendidas y solo quedan unas 700.000 toneladas de trigo para el mercado doméstico. Nadie arriesga qué puede pasar más adelante.

Por otra parte al tocar las retenciones de harinas y aceites se elimina lo que se da en llamar el diferencial arancelario lo que permite comprar a la industria el poroto de soja más barato para su procesamiento.

Fuente: Clarin

   

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