EL MUNDO ES DE LAS PLANTAS

Por Prof. Maria Catalina Scarlata* Entre el 19 y el 21 de septiembre de 2018 se llevaron a cabo ...

Actualidad 24 de septiembre de 2018 Actualidad

Por Prof. Maria Catalina Scarlata*


Entre el 19 y el 21 de septiembre de 2018 se llevaron a cabo las IV Jornadas Patagónicas de Biología, III Jornadas de Ciencias Ambientales, VI Jornadas Estudiantiles de Ciencias Biológicas, organizadas por la Facultad de Ciencias Naturales y Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, sede Trelew.

El mundo es de las plantas

El evento tiene su origen en la intención de profundizar los vínculos de las instituciones científico-tecnológicas de la región patagónica, que participan. Abarcó las siguientes áreas temáticas: Ecología y Manejo de Recursos Naturales; Paleobiología; Biodiversidad; Genética y Biología Molecular; Microbiología y Biotecnología; Agrobiología; Producción y consumo sustentable; Diagnóstico, riesgo y gestión ambiental; Energías alternativas y eficiencia energética; Educación formal y no formal en Ciencias Biológicas y en Ciencias Ambientales.

Una de las conferencias más concurridas fue la que ofreció el Dr. Gabriel Bernardello, Director del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBV), Investigador Superior de CONICET y Profesor Titular en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba. Su tema fue “La declaración de Shenzhen: uniendo las ciencias vegetales y la sociedad para construir una Tierra verde y sostenible”.

Dr. Gabriel BernardelloEnmarcó teóricamente su exposición en esa declaración política que interpela a los investigadores sobre qué se está haciendo para salvar a las plantas, y en su modo de ver, también a los políticos en relación a las decisiones vinculadas con la problemática, ya que allí se resaltaron las acciones necesarias para conectar la comunidad de botánicos, con las sociedades del mundo en constante y continuo cambio, en virtud de la degradación del ambiente, del uso insostenible de los recursos y de la pérdida de la biodiversidad, de la que Bernardello manifestó con su particular humor, ser una “entelequia” y prefiere hablar sencillamente de naturaleza, porque puede incluir razonablemente el suelo que pisamos.

El documento forma parte del XIX Congreso Internacional de Botánica, al que asistió, realizado en 2017 en la localidad de Shenzhen, China.

De los muchos conceptos destacables del singular modo de exponer del Profesor, sin lugar a dudas el más impactante fue el que confesó al inicio sobre el pesimismo que lo abate, respecto de la realidad circundante en términos de la pérdida de sentimientos que advierte hacia las plantas, aunque reconoció que no puede dejar de hacer, porque coincide con el escritor José Saramago en cuanto a que “el cambio vendrá de la mano de los pesimistas….ya que los optimistas están conformes con lo que hay”.

Dijo convencido “el mundo es de las plantas…ellas nos emocionan, nos curan, nos alegran, nos acompañan en silencio….” Sin embargo cuestionó e hizo reflexionar al auditorio: en un monte se duda antes de matar a un puma, pero no se duda en pasar una topadora y arrastrar los arbustos que allí crecen.

De modo que el punto central de su exposición fue transmitir a los oyentes mediante sus apreciaciones, que aunque pareciera que las plantas son “las parientes pobres de la naturaleza y aunque los seres humanos estamos muy alejados de ellas”, él aspira a que el encuentro genere al menos un cuestionamiento y concientización que lleven a cambios de conducta y expresó haberse sentido muy feliz cuando le requirieron su participación en las Jornadas.

Extrajo una risa generalizada del auditorio cuando acudió a ejemplos para demostrar esa manifestación anterior, y puso énfasis en el análisis de logos de diferentes acontecimientos y organizaciones….”por más que se dediquen a ciencias de la naturaleza, la representatividad la tienen por lejos los animales…pareciera ser más significativo y atractivo un oso panda o una gaviota que un arbusto, una enredadera o una flor”.
Insistió en su postura, “las plantas viven por sí mismas….viven sin nosotros….al revés no sería posible….ellas producen el oxígeno del que vivimos, definen el paisaje…un desierto, una selva, un bosque…".



Se detuvo a analizar la visión de los habitantes actuales del planeta y la de los pueblos originarios, que tienen una conciencia más clara de la necesidad de conservar las plantas.
En la zona patagónica sin ir más lejos, observó que se subestima o se desprecia la flora por ser poco llamativa, sin embargo es mucho más rica por ejemplo que los bosques paranaenses al sur de Brasil, en términos de cantidad de especies que hay, y manifestó con pena que cuando se desmontan o se limpian terrenos, se desechan las plantas autóctonas y se introducen especies foráneas.

Al compartir aspectos discutidos en Shenzhen, señaló con firmeza que la actividad humana es indudablemente la responsable de lo que está pasando, pero expresó malestar porque sostiene que el humano no reconoce que es parte del problema. En la Declaración se enfatiza la necesidad de actuar en forma urgente. Y Bernardello afirmó en primer lugar y con absoluta convicción, que hay razones éticas y estéticas para actuar, porque recordó que el hombre tiene razonamiento y conciencia por sobre los otros seres vivos, lo cual debería generarle mayor responsabilidad y no derechos sobre ellos para arrasarlos. Y desde el punto de vista estético sencillamente ¡¡¡porque la naturaleza es bella y nos conecta con las emociones!!!

Casi al finalizar la exposición presentó el llamado de acción de Shenzhen a los científicos, con las siete prioridades consideradas: que promuevan la botánica en el contexto de un mundo cambiante; apoyen a la botánica para lograr la sostenibilidad global; cooperen y se integren a través de naciones y regiones, y trabajen juntos a través de las disciplinas y culturas para alcanzar metas comunes; construyan y utilicen nuevas tecnologías y grandes plataformas de datos para aumentar la exploración y la comprensión de la naturaleza; aceleren el inventario de la vida en la tierra para el sabio uso de la naturaleza y para beneficio de la humanidad; valoren, documenten y protejan los conocimientos indígenas, tradicionales y locales sobre las plantas y la naturaleza e involucren el poder del público con el poder de las plantas a través de una mayor participación y divulgación, educación innovadora y ciencia ciudadana.

Reiteró para cerrar, que saber y conocer las plantas permitirá preservar las que existen y descubrir las que aún no se conocen, y debe ser urgente porque el tiempo es corto, el conocimiento se esfuma mucho más rápido que la misma biodiversidad y el mundo necesita de las plantas…la necesidad de alimentos -entre otros aspectos- es un indicativo.

En la imagen final de despedida se leía la expresión de un jefe tribal de África con la que claramente Bernardello está de acuerdo: “sólo conservaremos lo que amamos, sólo amaremos lo que entendamos, sólo entenderemos lo que nos hayan enseñado”.

* Prof. Marilina Scarlata
Especializada en la Enseñanza de las Ciencias Naturales
Directora de divulgación científica de la Asociación de Parques Nacionales
Columnista en LU 17.com
Columnista en Patagonia.net

   

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