VERANO DE 1915: ASÍ ERA EL BALNEARIO ARGENTINO DE TOMASSO CURTI

El estudio de arquitectura de Iván García Fernández Riglos dio a conocer una animación en 3D del...

Actualidad 12 de enero de 2018 Actualidad

El estudio de arquitectura de Iván García Fernández Riglos dio a conocer una animación en 3D del mítico balneario de Puerto Madryn. El Balneario Argentino de Tomasso Curti estuvo ubicado aproximadamente entre la entrada del Muelle Piedra Buena y la calle Roque Sáenz Peña y funcionó desde 1915 hasta 1919.


Fue el primer balneario organizado de la Patagonia y el segundo del país luego del Torreón del Monje en Mar del Plata.


Tenía restaurante, billares, casino, servicios para el bañista, piano para amenizar las veladas además de ofrecer el vermouth necesario para la pausa diaria.

En 2017 el Centro de Estudios Sociales e Históricos de Puerto Madryn recordó la iniciativa de Curti en una de las Charlas con Historia, donde se presentó este video recopilador de imágenes.

https://www.youtube.com/watch?time_continue=1&v=kOs9D_ykwq0

Las penurias de Curti y el derrotero que debió seguir por las posiciones encontradas desde Prefectura, comerciantes y otras voces, quedaron reflejadas en esta excelente nota de Patricio Castillo Meisen en el Facebook Madryn Olvidado.
"LOS HOMBRES HACEN LA JUSTICIA Y NO EL CÓDIGO.
Tommaso Curti, creador del Balneario Argentino, nació el 21/03/1869 en Crecchio, provincia de Chieti, Italia, sus padres Giuseppe Antonio y Solidea Menicucci. Con 18 años ingresó en el 1º Regimiento Alpino, donde permaneció con el grado de sargento hasta 1895, que se traslada a la Argentina. Luego de instalar una Joyería y Relojería en Ayacucho, pcia. de Buenos Aires, se traslada con su esposa Luigia Basso a Puerto Madryn a donde arriban en el año 1907 donde instala su comercio anexando el rubro armería, al que denominó "La Primera" en la calle 25 de Mayo.

Fue fundador y secretario de la Sociedad Cosmopolita de Ayuda Mutua "Puerto Madryn", fundador de la Sociedad Italiana, de la que se apartó porque estaba convencido que "La humanidad no tiene patria y el socorro es unánime y moralmente obligatorio para todos los seres del mundo, por eso se debía buscar en este caso la unión y no la desunión, no solo por el interés común de los asociados, sino por los adelantos y el progreso del pueblo adonde estamos arraigados", Concejal elegido por sus vecinos por varios períodos en los que demostró su interés por los más pobres, la transparencia en las contrataciones municipales y el ordenamiento urbano de la ciudad.

Pensando en el bienestar de su familia y tomando en cuenta que comenzaba a perder la visión, decide instalar un balneario "para la temporada de baños", solicitando al Gobernador Lamarque las autorizaciones correspondientes. Desde entonces, imaginó a Puerto Madryn como un destino turístico y la necesidad de brindar al vecino y visitantes un lugar adecuado cuando concurriesen a la playa.

Muchos escuchamos la cándida historia del fracaso comercial del Balneario de Curti ante una sociedad poco acostumbrada a los lujos y beneficios que ofrecía a principios del Siglo XX, pero su proyecto padeció el enfrentamiento con los sectores económicamente más poderosos del entonces pueblo de Puerto Madryn, con la excusa que obstruía la vista al mar o que las tierras eran de la Port Madryn Company, comenzó una férrea campaña para oponerse a la construcción, encabezada entre otros por Manuel García (propietario del Hotel París), Juan Acosta, Esteban Williams (Compañía Mercantil del Chubut) Cecilio Di Clemente, C. H. James, José Alberdi, C.T. Alt (gerente del Ferrocarril Central del Chubut, de propiedad de capitales ingleses) y las autoridades de la Subprefectura, a cargo del Capitan Leroux. A pesar de ello, logró inaugurar en diciembre de 1915 su balneario al que bautizó -con gran orgullo por su nueva tierra y la de sus hijos- como "BALNEARIO ARGENTINO".

Sin embargo, la oposición no se conformó con oponerse sin éxito a la construcción, en 1918 testimoniaba Curti "La guerra sostenida hasta la fecha es sin nombre. Los medios de los más bajos, de los más cobardes, empezando por el boicot hasta la calumnia más infame. La lucha por la vida, en algunos momentos se me ha hecho penosa hasta el extremo, o sea la muerte o la perdición. Las experiencias y las pruebas bajo las cuales he pasado han sido tan duras, tan perversas, tan crueles, tan tiranas y tan inhumanas que a decir verdad he tenido momentos que tuve mucho que meditar y hacer esfuerzos, reconocer todos los rincones más escondidos de la caja cerebral para poder reclamar a la imaginación el camino recto de los hombres equilibrados. A veces preguntaba a mi mismo: es posible que el hombre en el Siglo XX tenga tanta audacia de tomarse tanta libertad de echar en el suplicio a su semejante?.

Para construir su Balneario Argentino contrajo varias deudas y entre sus acreedores se encontraba Agustín Pujol, la Compañía Mercantil del Chubut y la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia (La Anónima) quienes lo hostigaron de todas las formas posibles, sometiéndolo a humillaciones de las que dejó testimonio en anotaciones que reflejan estos reclamos. Ya fallecido, su viuda e hijos Solidea, María, José, Rosa, Lorenzo y Tomás, reciben una demanda de parte de Agustín Pujol reclamando sus créditos, por lo que el Gobierno Nacional transfiere parte del Solar 1 de la Manzana 31, 20 x 24 de la Sucesión de Tomás Curti a favor de Agustín Pujol.

Ante las exigencias de sus acreedores, imploraba a las autoridades de la provincia "ruego tener a bien indicarme cuál conducta tengo que observar para poder defender mis derechos de la propiedad del Balneario por tener contrato que he firmado con los acreedores, con el cual he creído simplemente garantizar la deuda y no perder definitivamente los derechos por una deuda mucho menor del costo total de la propiedad".

"Yo no tengo tanta confianza con ciertos hombres ilustres para poder copiar e imitar, para seguirlos debería en tal caso sacrificar mucho tiempo para ordenar todo lo que podría pensar con mi propio seso y ese tiempo lo preciso para otra cosa más útil y no es correcto gastar pólvora en chimangos" .

Intentando encontrar una salida propone a las autoridades nacionales la adquisición del edificio y para ello el día 5 de agosto de 1919 le dirige una carta al Ministro de Marina Álvarez de Toledo, en la cual lo pone al tanto de lo que le sucede. Allí le relata que el 17 de julio de 1915 solicitó permiso al Gobernador Lamarque para instalar su Balneario, que le fue concedido el día 8 de septiembre y que el 21 del mismo mes empezó con su construcción con cuatro carpinteros y dos peones. Mientras tanto fue personalmente a solicitar del Gobernador Lamarque permiso para el despacho de bebidas y allí le presentó su proyecto, el gobernador le hizo algunas observaciones y le prometió que si así lo realizaba tendría todas las autorizaciones necesarias.

Pese a ello unos días después el Capitán Leroux, a cargo de la Sub prefectura, le informa que debía suspender las obras y que el Señor C. T. Alt, gerente del Ferrocarril Central del Chubut, quería verlo para reclamarle que la rivera no era del gobierno sino de la compañía dueña del Ferrocarril y propietaria de las tierras adyacentes a las vías (una legua a cada lado a contar desde el muelle y hasta el pueblo de Trelew). El gerente del Ferrocarril le recordó que el gobernador Lezana en el año 1909 había ordenado el desalojo de la playa en nombre de la empresa y que por lo tanto las tierras eran propiedad privada.

A partir de los desalojos muchos pobladores perdieron sus viviendas, incluso con derechos otorgados por el gobierno provincial y fueron obligados a trasladarse, en especial de la playa y del sector denominado La Loma hacia el bajo, donde el Ing. Allan Lea, contratado por la empresa inglesa diseñó el plano urbano el cual tuvo considerables aciertos, como el ancho de las calles, el diseño para que los vientos predominantes del Oeste no afecten a las viviendas, el destino como espacio público de aproximadamente 100 metros de la línea de más altas mareas para el uso público.

Curti sostuvo que el Balneario no se puso en medio de la calle, sino en un espacio desocupado y que la Compañía había interrumpido la calle 25 de Mayo con un galpón, sin importarle la comodidad del público. El Señor Alt le indicó que podía pedir el permiso a la Compañía del Ferrocarril, que esta se lo iba a conceder pagando unos $150 o $200 por año de alquiler, pero en los médanos, fuera del pueblo. Y Curti le manifestó: "vea Señor, yo tengo derecho a la vida, tengo una numerosa familia, voy perdiendo la vista y más tarde no voy a poder procurar el pan para ellos con el fruto de mi trabajo profesional, por eso quiero llevar a cabo esa iniciativa que creo reportará beneficio también al pueblo. En último caso, qué daño le puede reportar a la compañía el Balneario aún admitiendo fuera de ella la ribera y no del Gobierno Nacional?. El trabajo está casi concluido, déjeme en paz hacerme ganar la vida”.

En sus escritos recuerda que cuando estaban faltando las ventanas y puertas lo visita el Señor Manuel García, propietario del Hotel París " el cual entre tantas buenas palabras recuerdo estas que me dijo: le voy a hacer toda la propaganda en contra que pueda a todos los viajantes que llegan a mi casa" . Terminada la obra, el Gerente del Ferrocarril y sus amigos no pusieron los pies en el establecimiento.

En Mayo de 1918 terminado un contrato de locación se hizo nuevamente cargo del Balneario con el propósito de atenderlo personalmente con la ayuda de su familia. Encontrándose a pocos metros del Balneario el casco de la embarcación "FELOCAL" que había sido propiedad de la compañía le solicitó al Sr. Alt permiso para deshacer el casco para utilizar la madera y quitar el mal olor que emanaba en verano, pese a contar con la autorización, personal de la Prefectura amenazó con detenerlo por apropiarse de cosas ajenas.

En el año 1919 comenzó a cercar el terreno que le otorgaron en concesión para colocar en ese espacio algunos tamariscos y juegos de gimnasia para los clientes, en especial para la juventud, pero mientras estaba realizando los trabajos se presentó un marinero que lo obligó a concurrir a la Subprefectura donde el Capitán Leroux lo acusó de estar faltando a la autoridad.

En la misma nota en la que relata sus penurias y enfrentamientos con las autoridades y la empresa dueña del Ferrocarril, Curti dice: "para evitar ulteriores molestias, me decido en venderlo y cambiar de pueblo para poder dedicarse a la educación de mis hijos y procurarles un pedazo de pan".

Realizó gestiones ante el Gobierno Nacional para vender el Balneario y sin embargo se rechazó la oferta, así como fracasó la venta a particulares. Poco tiempo después escribía "No es mi pretensión de pedir al Pueblo de Madryn un aplauso por mi modesta obra iniciada de progreso y de beneficio, deseo simplemente poner término al juicio erróneo, al mal ambiente y al vacío tan injustamente que supo procurarme el elemento contrario, por envidia, por pretensiones y por prepotencia. No es limosna que pido sino justicia porque estoy convencido de que son los hombres los que hacen la justicia y no el Código". 

   

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