15 AÑOS DE PRISIÓN PARA EX POLICÍAS FEDERALES DE RAWSON

El 10 de octubre comenzó el juicio en la legislatura provincial contra cuatro expolicías acusados ​​de "secuestro y tortura de nueve militantes entre noviembre y diciembre de 1975". El fiscal general Teodoro Nürnberg representó al Ministerio Público Fiscal en este proceso.

Como resultado del juicio, dos de los acusados ​​fueron condenados a 15 años de prisión, mientras que los otros dos fueron absueltos debido a la falta de fundamentos que respaldaron su participación en los hechos.

El tribunal dictó una sentencia que condena a Jorge Norberto Lagunas y Luis Horacio Coria a la pena de 15 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Los delitos por los que se les condenó son privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometida con violencia y amenazas, en concurso real con aplicación de tormentos, agravados por ser las víctimas perseguidas políticas.

El fiscal había solicitado una pena de 17 años de prisión para los expolicías federales Luis Horacio Coria y Jorge Norberto Lagunas por el secuestro y torturas sufridas por nueve militantes entre noviembre y diciembre de 1975, como parte de una política de exterminio de opositores. También pidió la absolución de los expolicías José Antonio Pereyra y Pedro Pascual Cáceres.

Los hechos juzgados involucraron el secuestro de nueve personas, quienes fueron detenidas y llevadas a la sede de la Policía Federal Argentina de Rawson, donde fueron sometidas a tormentos, incluyendo el submarino seco (colocación de una bolsa de nailon en las cabezas de las víctimas mientras estaban sentadas en sillas y esposadas con las manos detrás de sus cuerpos), simulacros de fusilamiento, golpes en el cuerpo y vejaciones.

El fiscal destacó la coherencia de los testimonios de las víctimas, que coinciden en líneas generales en sus declaraciones, a pesar de que haya transcurrido casi medio siglo desde los hechos.

El fiscal Nürnberg demostró a Coria y Lagunas como coautores de los delitos y señaló que no actuaban de forma individual, sino que cada uno participaba en el marco de un plan global.

Afirmó que ambos intervenían con conocimiento de ese plan y con el propósito de cumplirlo.