BATALLA POR RUTAS NACIONALES: DESAFÍO CLAVE EN NORPATAGONIA

Estas carreteras, descuidadas por la Nación, son fundamentales para la economía y la conectividad vial de la Norpatagonia.

Figueroa y Weretilneck han centrado su atención en cuatro rutas nacionales: la 22, la 151, la 231 y la 242. Estas vías no solo conectan puntos clave de la región, sino que también son esenciales para actividades estratégicas como la explotación de Vaca Muerta y el comercio con Chile. Ambas provincias consideran que el estado actual de estas carreteras pone en peligro tanto el desarrollo económico como la seguridad vial.

La Ruta 22 es el eje central para el transporte de insumos hacia Vaca Muerta, mientras que la 151 permite la conexión entre Mendoza, La Pampa, Neuquén y Río Negro. Sin embargo, un tercio de su extensión tiene el asfalto destruido, convirtiéndose en un riesgo para quienes transitan por ella. La Ruta 231 y la 242, por su parte, conectan con Chile a través de los pasos internacionales Cardenal Samoré y Pino Hachado, vitales para el comercio binacional.

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Ambos mandatarios han manifestado su descontento con el abandono de estas vías por parte de la administración nacional. "El deterioro de las rutas afecta gravemente el desarrollo de nuestras provincias", enfatizó Figueroa. Weretilneck coincidió, destacando que estas carreteras son esenciales para la integración regional y el crecimiento económico.

En mayo, Neuquén aprobó una ley que habilita el cobro de peaje a vehículos de carga en las rutas petroleras. Este canon busca financiar obras viales, operaciones y reparaciones. Aunque la medida generó debates, los gobernadores defienden esta estrategia como una solución necesaria ante la falta de inversión nacional.

El traspaso de la administración de estas rutas es un tema recurrente en las reuniones con funcionarios nacionales. Figueroa llevó este reclamo al presidente Javier Milei desde los primeros días de su gestión. Aunque la Nación ha mostrado cierta disposición, los avances son lentos y las provincias exigen mayor celeridad para concretar este cambio.

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La muerte de Guillermo Ferraro, exministro de Infraestructura de Milei, ha complicado las negociaciones. Ferraro había mostrado apoyo a los reclamos de Figueroa y Weretilneck, pero su ausencia deja un vacío en el diálogo técnico y político. A pesar de ello, ambos mandatarios mantienen firme su compromiso con este proyecto.

Además de las rutas, los gobernadores también trabajan en otros proyectos estratégicos como el desarrollo del gasoducto Vaca Muerta Sur, la ampliación de la línea ALIPIBA para mejorar la distribución energética y la gestión de represas hidroeléctricas. "Estas iniciativas son fundamentales para la soberanía energética del país y el desarrollo de la Patagonia", expresó Weretilneck.

El objetivo final de esta agenda es fortalecer el federalismo, dando a las provincias mayor autonomía en la gestión de recursos clave para su crecimiento. Las rutas nacionales son vistas como una oportunidad para avanzar hacia un modelo de desarrollo más equitativo y sostenible.

La Norpatagonia, con sus recursos energéticos, turísticos y agrícolas, tiene el potencial de convertirse en un eje estratégico para la economía nacional. Sin embargo, esto requiere un compromiso claro del gobierno central para garantizar inversiones en infraestructura básica que permitan a la región alcanzar su máximo potencial.