ASESINARON A UN JOVEN EN MORÓN EN PRESUNTA DISPUTA NARCO

Morón, localidad del conurbano bonaerense, vivió una noche de horror este jueves. Franco Vera, un joven de 22 años, fue asesinado a tiros cuando regresaba a su casa. El ataque ocurrió en la calle Santa Catalina al 800, en un contexto vinculado a una presunta disputa narco.

El agresor, identificado como Patricio C., está prófugo. Según los registros de las cámaras de seguridad, el hombre salió de una casa conocida como un búnker de drogas y disparó varias veces contra la víctima. Uno de los balazos impactó en la cabeza de Franco, quien murió en el acto.

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El inmueble donde se originó el ataque fue señalado por vecinos como un punto de venta de droga. La fiscal Valeria Courtade, a cargo de la UFI Nº3 de Morón, investiga la relación entre el crimen y la actividad narco en la zona. Por el momento, se presume que Franco no tenía vínculos con el búnker.

Tras el asesinato, los vecinos prendieron fuego al supuesto búnker. Exasperados por la falta de respuesta policial ante denuncias previas, se enfrentaron con efectivos de la Policía Bonaerense. El Grupo Táctico Operativo intervino para controlar la situación, pero la tensión continuó.

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Esta mañana, las protestas se intensificaron con nuevos enfrentamientos. Vecinos arrojaron piedras al lugar señalado como punto de venta de drogas. La Policía respondió con balas de goma para dispersar a los manifestantes. La situación fue contenida, pero la tensión sigue latente.

El crimen de Franco generó conmoción en el barrio. Amigos y familiares lo describieron como un joven alegre y trabajador. “Era brillo, diversión, una luz. No se merecía esto”, dijo Flor, una amiga de la víctima. Su tío Daniel relató que Franco fue atacado sin mediar palabra mientras volvía de trabajar.

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Vecinos denunciaron reiterados episodios de violencia vinculados al narcotráfico en el barrio. “Estamos cansados, con miedo. Hicimos muchas denuncias, pero nadie venía. Llegás a tu casa y no sabés si te atacan por atrás”, expresó un vecino indignado.

El reclamo de justicia se hizo sentir en las calles. Con pancartas que decían "No más pibes muertos ni transas", los vecinos exigieron acciones concretas para desarticular los búnkeres de drogas y garantizar la seguridad. “¿Por qué no vinieron antes?”, cuestionaron.

El caso expone una problemática que afecta a numerosos barrios del conurbano. La convivencia forzada con el narcotráfico genera un clima de temor constante. La falta de respuesta de las autoridades agrava la situación, dejando a las comunidades en una peligrosa vulnerabilidad.