SOBREVIVIERON 3 DÍAS A GALLETITAS POR MALA INDICACIÓN DEL GPS

Lo que prometía ser un Año Nuevo inolvidable en El Calafate se transformó en una experiencia extrema para la familia Altamiranda, oriunda de San Rafael, Mendoza. Gonzalo, Romina y sus dos hijas pequeñas quedaron varados durante tres días en un camino desierto de Santa Cruz, tras ser desviados por el GPS a la exruta 40 (hoy ruta provincial 29), una zona despoblada e intransitable durante las lluvias.

El 29 de diciembre, la familia partió de Mendoza con destino a El Calafate para celebrar el Año Nuevo con la hermana de Gonzalo, guía de montaña en la región. Sin embargo, el GPS los dirigió por un camino alternativo. Un temporal convirtió el suelo arcilloso en un lodazal, dejando el auto atascado sin posibilidad de avanzar.

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Con pocas provisiones y sin señal, Romina tomó la iniciativa de racionar los alimentos y conservar batería en los celulares. Para calmar a las niñas, de 2 y 5 años, les dijeron que iban a “acampar” en el auto.

La búsqueda de ayuda

Tras dos días sin rescate, Gonzalo decidió caminar para pedir ayuda. Emprendió un trayecto de 15 horas bajo la lluvia, con temperaturas extremas y el barro dificultando cada paso. Durante la noche, al no encontrar refugio, utilizó las hojas de un libro que llevaba para cubrirse y mitigar el frío.

Finalmente, al amanecer del 1 de enero, llegó a la Ruta 40, donde un guía de montaña lo auxilió y lo llevó al pueblo más cercano. Paralelamente, su hermana había organizado un operativo de búsqueda que incluyó a policías, bomberos y defensa civil.

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La familia fue encontrada sana y salva ese mismo día. “Cuando llegamos, las chicas estaban bien. Cargamos el auto y seguimos viaje”, relató Gonzalo, quien aseguró que en el futuro evitarán rutas alternativas y optarán por la Ruta 3 para el regreso.

Ahora, ya instalados en El Calafate, reflexionan sobre lo vivido y destacan la importancia de estar preparados ante situaciones inesperadas durante un viaje.