DENUNCIA FALSA, FAMILIA DESTRUIDA: EL CASO QUE CONMOCIONA AL PAÍS

Julio Carro lleva cuatro años en prisión tras una denuncia de abuso sexual realizada por su hija Jazmín. Sin embargo, la joven declaró recientemente ante el Congreso que todo fue un invento. “Quiero volver a mi vida, no entiendo por qué pasa esto”, expresó Julio desde la cárcel, donde enfrenta una condena de 15 años.

El caso comenzó tras una discusión familiar en 2019. Jazmín, entonces menor de edad, acusó a su padre de abuso, lo que llevó a una intervención judicial.

Julio relató que, tras la denuncia, lo apartaron de su familia y lo detuvieron. “Esperaba una investigación, pero me llevaron a una celda sin explicaciones”, afirmó.

Días después, según Julio, su esposa Lorena le dijo que Jazmín había confesado que la acusación era falsa. Sin embargo, las autoridades continuaron con el proceso.

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La condena se basó en un informe psicológico que sostenía la acusación inicial. Julio asegura que un examen médico desmintió el abuso con acceso carnal.

“Destruyeron mi familia, hace cuatro años que no puedo ver a mis hijos”, dijo Julio, quien mantiene contacto indirecto con Jazmín a través de su esposa.

Jazmín, ahora mayor de edad, declaró ante el Congreso que su denuncia fue impulsada por un momento de enojo. “Nadie me presionó, quiero decir la verdad”, aseguró.

El testimonio reavivó el debate sobre la justicia y las denuncias falsas. A pesar de esto, Julio sigue detenido, y su caso no muestra avances en la revisión.

Valeria Trotti, defensora pública, explicó que la justicia actuó en base al relato inicial de la joven, corroborado por pericias psicológicas.

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“La denuncia no se basó en una penetración, sino en otra modalidad de abuso”, aclaró Trotti, quien defendió la validez del proceso judicial.

Según Trotti, Jazmín habría sido influenciada por su madre para retractarse, bajo el peso de una crisis familiar que afectó a todos los integrantes.

“Jazmín cargaba con la presión de su familia, eso la llevó a querer cambiar su relato”, argumentó la defensora.

El abogado defensor de Julio pidió la reducción de la condena, pero no negó los cargos menores, según señaló Trotti.

El caso genera divisiones entre quienes apoyan a Julio y quienes confían en las pruebas iniciales. La comunidad exige mayor claridad.

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Organizaciones sociales piden revisar la causa. Argumentan que los derechos de ambas partes deben respetarse, pero cuestionan el accionar de la justicia.

“No puede haber condenas sin pruebas claras”, dijo un representante de la ONG Justicia Justa, que acompaña el caso. El sistema judicial enfrenta críticas por la falta de celeridad para resolver posibles errores judiciales. Julio sigue esperando respuestas.

La historia de los Carro expone tensiones entre las instituciones y los ciudadanos. “Este caso evidencia la necesidad de mejorar los procedimientos”, opinó un abogado penalista. Jazmín busca enmendar su error, pero enfrenta cuestionamientos por las consecuencias de su denuncia. “Es valiente al hablar ahora, pero el daño ya está hecho”, dijo un vecino de la familia. El caso también genera un debate sobre el manejo de denuncias de abuso. Especialistas piden mecanismos más robustos para garantizar justicia sin revictimizar. “Las denuncias falsas son excepcionales, pero cada caso afecta a todo el sistema”, advirtió un experto en derecho penal.

Mientras tanto, Julio permanece detenido. “Quiero que la verdad salga a la luz. Solo quiero volver a mi familia”, concluyó.