BEBÉS MUEREN POR HIPOTERMIA EN GAZA ANTE EL FRÍO EXTREMO

Cinco bebés murieron por hipotermia en la Franja de Gaza en las últimas horas. Según informó la agencia de noticias Wafa, citando fuentes sanitarias, los pequeños no lograron resistir el frío en un contexto de extrema vulnerabilidad. El colapso del sistema de salud y la falta de recursos básicos convirtieron la ola de frío en una amenaza mortal para los más frágiles.

El director del Hospital Benéfico Amigos del Paciente, Saeed Salah, confirmó que cuatro de los bebés fallecieron en Ciudad de Gaza pocas horas después de su ingreso. Tres de ellos tenían apenas dos meses de vida y presentaban temperaturas corporales extremadamente bajas al llegar al centro médico. “Llegaron como bloques de hielo, con un colapso en la circulación sanguínea que afectó el funcionamiento de sus órganos vitales”, explicó el especialista.

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Otro bebé, identificado como Sham Yousef Al Shambari, de poco más de un mes, murió dentro de una tienda de campaña en la zona humanitaria de Mawasi. Esta región, ubicada en el sur de Gaza, alberga a miles de desplazados que perdieron sus hogares y no cuentan con protección ante el frío extremo. Las temperaturas gélidas y la falta de calefacción están poniendo en peligro la vida de cientos de recién nacidos.

El jefe del departamento de Pediatría del hospital Nasser, Ahmed al Farra, advirtió que la cantidad de muertes seguirá aumentando en las próximas horas. Según el especialista, los bebés no pueden soportar las bajas temperaturas sin abrigo, calefacción ni alimentos adecuados. Las autoridades sanitarias alertaron que otros tres bebés se encuentran en estado crítico debido a la hipotermia.

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A pesar del alto el fuego, la mayoría de la población en Gaza sigue viviendo en condiciones precarias, refugiándose en carpas improvisadas entre los escombros de lo que alguna vez fueron sus hogares. Los recursos para afrontar el invierno son prácticamente inexistentes, lo que pone en peligro la vida de miles de personas. La falta de electricidad, combustible y suministros médicos agravaron la crisis humanitaria en la región.

El director de la Oficina de Medios del Gobierno en Gaza, Ismail Al Thawabtah, hizo un llamado urgente para que envíen ayuda humanitaria. En un comunicado oficial, pidió “medidas inmediatas para proporcionar casas móviles como refugio temporal y permitir el ingreso de combustible para calentar a los niños”. 

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Desde principios de enero, al menos una decena de bebés murieron por hipotermia en la Franja de Gaza, según datos de las autoridades palestinas. Los hospitales y centros de salud, ya colapsados por la crisis, no cuentan con los medios necesarios para tratar a los afectados por el frío. El acceso a mantas, estufas y ropa de abrigo se convirtió en una cuestión de vida o muerte para miles de familias desplazadas.

Gran parte de las muertes ocurrieron en la zona humanitaria de Mawasi, donde la población desplazada vive en condiciones extremas sin acceso a agua potable ni saneamiento. Las bajas temperaturas y la falta de insumos básicos convirtieron los campamentos en un lugar cada vez más inhumano para quienes buscan refugio. La situación generó preocupación en organismos internacionales, que denuncian el riesgo de una catástrofe aún mayor si no se toman medidas urgentes.

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El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió que miles de niños en Gaza están en riesgo de sufrir hipotermia, neumonía y otras enfermedades relacionadas con el frío. El organismo solicitó acceso humanitario sin restricciones para poder distribuir suministros esenciales y atender a los más vulnerables. La crisis climática, sumada al colapso de los servicios básicos, puso en jaque la supervivencia de miles de menores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que los hospitales en Gaza se encuentran al borde del colapso y que el sistema de salud no puede atender la emergencia invernal. Las salas de neonatología no cuentan con incubadoras suficientes ni insumos para tratar a los bebés afectados por el frío. El bloqueo al ingreso de ayuda médica empeoró la situación, dejando a los médicos sin recursos para salvar vidas.