LA DISTRACCIÓN DIGITAL EN LAS AULAS: ARGENTINA, LÍDER EN UN RANKING PREOCUPANTE

Diego Núñez de la Rosa, expuso en su columna semanal en #MODO17 por #LA17, sobre el impacto de la tecnología en el ámbito educativo sigue generando debate. Según un informe basado en las respuestas de las pruebas PISA 2022, el 54% de los estudiantes argentinos de 15 años admite distraerse en clase debido al uso de dispositivos digitales. Este porcentaje posiciona a Argentina en el primer puesto de un ranking global que evaluó a 80 países sobre la influencia de las pantallas en la educación.

El promedio de distracción registrado en otras naciones es del 30%, lo que evidencia que el problema en Argentina es significativamente mayor. Además, el 46% de los alumnos afirma que también se distrae con el uso de dispositivos de sus compañeros, lo que acentúa la problemática dentro del aula.

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EL CELULAR: ¿HERRAMIENTA EDUCATIVA O DISTRACCIÓN CONSTANTE?

El uso de la tecnología en la educación ha sido ampliamente debatido, especialmente tras la pandemia, donde los dispositivos digitales se convirtieron en una herramienta clave para garantizar la continuidad del aprendizaje. Sin embargo, estudios recientes indican que su presencia en el aula puede generar más distracciones que beneficios cuando no se establece un control adecuado.

Si bien se reconoce que el acceso a internet y a aplicaciones educativas puede complementar el proceso de enseñanza, la facilidad con la que un estudiante puede desviarse a redes sociales o juegos plantea un desafío. Las notificaciones constantes y la necesidad de interacción digital dificultan la concentración, convirtiendo al celular en un obstáculo más que en un aliado para la educación.

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MEDIDAS Y POSIBLES SOLUCIONES

Ante esta situación, algunas provincias y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ya han comenzado a implementar restricciones en el uso de celulares dentro de las aulas, en línea con políticas adoptadas en otros países. En ciertas instituciones, los propios estudiantes optan por dejar sus dispositivos en espacios asignados antes de ingresar a clase, evidenciando un cambio de conciencia sobre la dependencia tecnológica.

Expertos en comunicación y educación advierten que el desafío no radica en eliminar la tecnología, sino en regular su uso para que cumpla un rol pedagógico sin afectar la atención y la dinámica en el aula. La alfabetización digital es un pilar fundamental, pero su enseñanza no requiere necesariamente el uso permanente de dispositivos móviles.

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¿UN FUTURO SIN PANTALLAS EN CLASE?

Algunos especialistas sugieren que, en el futuro, el uso de pantallas en reuniones o clases podría volverse socialmente inapropiado, al igual que fumar en espacios cerrados. La creciente conciencia sobre los efectos negativos de la hiperconectividad y la pérdida de atención podría llevar a una reducción voluntaria del uso de celulares en ciertos ámbitos.

Mientras tanto, las cifras alertan sobre una tendencia preocupante en Argentina. El desafío para docentes y autoridades educativas será encontrar un equilibrio entre tecnología y aprendizaje, promoviendo un uso responsable de las herramientas digitales sin que se conviertan en una barrera para la concentración y la educación de calidad.