Ramón Díaz se convirtió en el técnico argentino más ganador de la historia
Ramón Ángel Díaz volvió a festejar, esta vez en suelo brasileño y con una marca histórica: al conquistar el Campeonato Paulista 2025 con el Corinthians, se transformó en el director técnico argentino con más títulos en la historia, superando al mítico Helenio Herrera y dejando atrás a íconos como Carlos Bianchi y Marcelo Gallardo.
La victoria del “Timao” frente al poderoso Palmeiras terminó de sellar una consagración inolvidable. En la ida, Corinthians se impuso por 1 a 0 con un golazo de Yuri Alberto, y en la vuelta supo aguantar la ventaja a pesar de jugar con un hombre menos, desatando la euforia de un estadio colmado y la sonrisa clásica del “Pelado”, que celebró el trofeo junto a su hijo Emiliano, quien lo acompaña en el cuerpo técnico.
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Con este campeonato, Díaz llegó a su 17° conquista como entrenador, distribuidas en Argentina, Arabia Saudita y ahora Brasil. El riojano deja así una huella imborrable en el fútbol sudamericano y alcanza un escalón reservado para los verdaderos emblemas del banco.
Entre sus títulos más recordados figuran la Copa Libertadores de 1996, varios campeonatos locales con River, una Supercopa Sudamericana, su paso consagratorio por San Lorenzo y una extensa racha de éxitos en Al-Hilal, donde supo adaptarse al fútbol asiático. Ahora, sumó un trofeo de prestigio en el exigente fútbol brasileño, con uno de los clubes de mayor convocatoria del continente.
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Su nombre aparece ahora en lo más alto de la lista de entrenadores argentinos más ganadores: superó a Helenio Herrera (16 títulos), y se distancia de Marcelo Gallardo y Carlos Bianchi (15 cada uno), Gustavo Quinteros y Guillermo Stábile (13), entre otros.
Los títulos de Ramón Díaz como DT
River Plate: 8 títulos (incluyendo la Copa Libertadores 1996)
San Lorenzo: 1 título
Al-Hilal (Arabia Saudita): 7 títulos
Corinthians (Brasil): 1 título (Campeonato Paulista 2025)
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A sus 64 años, Ramón Díaz no solo volvió a ganar, sino que volvió a escribir historia. Su carrera, siempre marcada por una personalidad fuerte y resultados a la vista, sigue agrandando su legado desde los bancos de suplentes. Esta vez, con el grito de campeón en portugués, pero con el corazón en celeste y blanco.