Copa Libertadores: Con autoridad Racing goleó a Fortaleza en Brasil
Racing volvió a demostrar que se siente cómodo en los grandes escenarios internacionales. Con una actuación sólida en todas las líneas, La Academia venció 3 a 0 a Fortaleza en Brasil y arrancó la Copa Libertadores con una victoria de esas que dejan marca. El equipo de Gustavo Costas jugó con firmeza, inteligencia y actitud ofensiva durante los 90 minutos.
Desde el inicio, Racing dejó en claro que no pensaba refugiarse ni especular. Salió a presionar, a jugar con la pelota y a hacer sentir incómodo al equipo brasileño. Fortaleza no logró imponer su ritmo ni encontró espacios para desequilibrar. Cada intento fue bien contenido por la defensa albiceleste.
La primera gran chance llegó tras un córner ejecutado por Gabriel Rojas. Fue el aviso de lo que vendría poco después. La pelota parada, una de las armas que Costas trabaja con dedicación, volvió a dar resultados. Desde la derecha, el centro cayó en el segundo palo, hubo una peinada hacia adentro y Maxi Salas apareció con un zurdazo cruzado que se metió junto al palo. Golazo.
Fortaleza acusó el golpe y buscó reaccionar, pero Racing no se desordenó. Supo contener los avances del local, que empujó con su gente pero sin claridad. En la más clara del primer tiempo, Gastón Martirena recuperó tras un error, se fue mano a mano y definió apenas afuera ante la salida del arquero João Ricardo.
OTRAS NOTICIAS
Con el control del juego, Racing comenzó a hacer circular la pelota con precisión. Santiago Sosa y Agustín Almendra dominaron la mitad de la cancha con oficio y despliegue. Los extremos se replegaron cuando fue necesario y la línea de fondo no dejó espacios entre líneas. Fortaleza no encontraba respuestas.
En el inicio del complemento, Racing volvió a golpear con contundencia. Después de una buena presión alta, Almendra capturó un rebote fuera del área y sacó un derechazo potente, que entró pegado al palo. "Vi el hueco y pateé", dijo el mediocampista tras el partido. Fue el 2 a 0 que encaminó la goleada.
Con el segundo tanto, Racing manejó el trámite con mucha madurez. Fortaleza empezó a jugar apurado, nervioso, y La Academia lo aprovechó para hacer correr la pelota. Cada pase parecía una daga para el ánimo de los brasileños. Costas, desde el banco, pedía intensidad y concentración.
Arias fue otro de los puntos altos de la noche. Respondió con seguridad en cada pelota aérea y cortó centros con autoridad. Racing no pasó sobresaltos en defensa y mostró un equilibrio clave. Los centrales anticiparon bien y los laterales controlaron las bandas sin errores.
El tercer gol fue una joya colectiva que coronó Santiago Sosa. Tras una secuencia de toques y movimientos sincronizados, la pelota le quedó al volante en la puerta del área. No dudó y la clavó junto al ángulo. "Tocamos todos antes de que llegue a mí", contó después.
Los últimos minutos fueron un monólogo albiceleste. Racing jugó con el reloj, hizo correr la pelota y sacó a relucir la personalidad que le imprime Costas a sus equipos. Fortaleza, resignado, solo intentó evitar más goles. El público local, en silencio, no podía creer lo que veía.
OTRAS NOTICIAS
La hinchada de Racing celebró cada jugada como un gol. Los pocos hinchas que viajaron lo vivieron como una final. Los jugadores, desde la cancha, se acercaron a saludar al final. Hubo abrazos, cánticos y una emoción que se sentía incluso a la distancia.
En conferencia, Costas fue claro sobre lo logrado: "Nos salió todo bien y lo disfrutamos", dijo con una sonrisa. Destacó el orden, la entrega y la ejecución del plan. El DT agradeció al grupo por haber interpretado el partido con tanta lucidez.
Con esta victoria, Racing quedó como único líder del Grupo E. En el otro partido, Atlético Bucaramanga y Colo Colo empataron 3 a 3 en Colombia. Esto deja a La Academia con una ventaja inicial que puede resultar determinante de cara a la clasificación.
La superioridad de Racing fue total. En posesión, en remates al arco, en precisión de pases y en actitud, el equipo argentino superó al brasileño en todos los aspectos. Fortaleza no encontró nunca cómo entrarle a un bloque sólido y convencido.
Este triunfo reafirma el gran presente del equipo de Costas. Racing juega bien, gana con claridad y recuperó la identidad. Hay una idea clara, roles definidos y mucha confianza interna. Los jugadores saben lo que tienen que hacer y lo hacen bien.
Maxi Salas volvió a ser determinante. Más allá del gol, fue un dolor de cabeza para los defensores rivales. Picante, movedizo, generó espacios para sus compañeros y siempre exigió. "Sabíamos que podíamos lastimar si atacábamos con decisión", explicó.
La dupla Sosa-Almendra empieza a consolidarse como clave en este Racing. Ambos marcan, juegan y llegan al área. Se entienden y se reparten las tareas con equilibrio. Fue uno de los grandes aciertos de Costas en el armado del equipo.
OTRAS NOTICIAS
En la defensa, Piovi y Sigali tuvieron una noche sin errores. Anticiparon, ganaron de arriba y salieron jugando. Arias casi no tuvo trabajo directo, lo cual también habla del trabajo colectivo. Cuando tuvo que intervenir, lo hizo con solvencia.
Los cambios también sumaron y sostuvieron la intensidad. Costas movió el banco con inteligencia y los que ingresaron no bajaron el nivel. Racing cerró el partido con autoridad y hasta pudo haber marcado un cuarto gol.
La prensa brasileña no escatimó elogios. Titulares como "Racing aplasta y sorprende" o "Superioridad total en casa" aparecieron en medios locales. La actuación dejó huella y mostró que La Academia es candidata seria en esta Copa.
Ahora Racing volverá a la competencia local, pero sin perder el foco. El próximo duelo por la Copa será ante Bucaramanga en Avellaneda, donde buscará reafirmar su liderazgo. La ilusión está encendida y la hinchada lo sabe.
Costas, cauto pero confiado, cerró la noche con una frase que ilusiona: "Tenemos con qué soñar", dijo antes de subir al micro. El vestuario, mientras tanto, seguía de fiesta.
Racing jugó como un equipo maduro, decidido y ambicioso. No se achicó en Brasil. Al contrario, impuso condiciones y ganó con claridad. La Libertadores es un sueño posible si se sostiene esta mentalidad.
La confianza está en su punto más alto. Jugadores, cuerpo técnico e hinchas sienten que hay equipo para pelear. La victoria ante Fortaleza no fue casualidad: fue producto del trabajo y la convicción.
La Academia volvió a pisar fuerte en un torneo continental. Lo hizo con autoridad, fútbol y goles. Ganó, gustó y goleó. Y dejó un mensaje: quiere ser protagonista hasta el final.