Argentina acuerda nuevo programa con el FMI por USD 20.000 millones
El Gobierno argentino anunció este viernes la firma de un nuevo programa de facilidades extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un monto total de USD 20.000 millones, con una duración de 48 meses, plazo de repago a 10 años y un período de gracia de 4 años y medio para el pago de capital. El acuerdo apunta a reforzar las reservas internacionales, normalizar el mercado cambiario y consolidar el rumbo del programa económico vigente.
En el marco de este entendimiento, Argentina recibirá USD 15.000 millones durante 2025, de los cuales USD 12.000 millones se desembolsarán de forma inmediata, otros USD 2.000 millones llegarán dentro de los próximos 60 días y el restante USD 1.000 millón durante lo que queda del año.
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Según informaron fuentes oficiales, el acuerdo con el FMI será complementado con el respaldo financiero de organismos multilaterales, que sumarán en conjunto otros USD 22.000 millones en programas de apoyo a las reformas estructurales, la estabilización macroeconómica y la agenda de crecimiento productivo.
El Banco Mundial aportará un programa plurianual por USD 12.000 millones, mientras que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acompañará con USD 10.000 millones, ambos con foco en financiamiento de proyectos, asistencia técnica y programas sociales.
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En total, los desembolsos de liquidez de estos organismos durante 2025 alcanzarán USD 6.100 millones, con un cronograma que incluye USD 1.500 millones inmediatos, USD 2.100 millones dentro de 60 días y USD 2.500 millones a lo largo del resto del año.
El Ministerio de Economía destacó que el nuevo acuerdo permite estabilizar el frente externo, mejorar el perfil de vencimientos y acompañar el proceso de normalización del acceso al mercado de cambios, una de las prioridades trazadas en la llamada Fase 3 del programa económico.
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Los recursos aportados contribuirán a recomponer el nivel de reservas del Banco Central, facilitar el levantamiento gradual de restricciones cambiarias y mejorar las condiciones financieras para el sector privado, en un contexto de tasas más competitivas y reglas más previsibles.
Desde el Gobierno se remarcó que este nuevo ciclo de financiamiento externo no implica un regreso a la dependencia, sino que busca respaldar una transición ordenada hacia un esquema de equilibrio fiscal, estabilidad monetaria y crecimiento sustentable.