El papa francisco visitó por sorpresa santa maría la mayor antes de semana santa
El papa Francisco realizó este sábado una aparición pública no anunciada al presentarse en silla de ruedas en la basílica romana de Santa María la Mayor, donde rezó ante el venerado icono de la Virgen, Salus Populi Romani, a solo un día del inicio de la Semana Santa. Se trata de la cuarta salida pública del Pontífice en menos de una semana, lo que refuerza las señales de mejora tras su reciente internación.
Según informó el Vaticano en un comunicado, el papa “llegó a la basílica a primera hora de la tarde” y dedicó un tiempo en oración frente a la imagen mariana, a la que le tiene profunda devoción. Francisco entregó además una ofrenda floral, y fue captado en fotografías vestido con hábito papal blanco, cánulas de oxígeno visibles y escoltado por su personal sanitario.
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Esta aparición se da luego de una prolongada hospitalización de 38 días por una infección respiratoria, tras la cual los médicos le recomendaron reposo absoluto en la Casa Santa Marta, su residencia dentro del Vaticano. Sin embargo, el Papa ha realizado varias salidas, incluyendo la basílica de San Pedro y actos de carácter simbólico que destacan su compromiso espiritual y cercanía con los fieles.
El pasado jueves, Francisco visitó San Pedro vestido informalmente, recorrió la zona de la Cátedra en silla de ruedas y rezó ante la tumba de Pío X, uno de los pontífices con los que más se identifica. También se lo vio por sorpresa en la misa del Jubileo de los enfermos el domingo pasado y recibió al rey Carlos III y a la reina Camila, a pesar de que la audiencia oficial había sido suspendida.
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"Demasiada emoción, mi visión se nubló por las lágrimas", relató conmovido monseñor Valerio Di Palma, tras observar al Papa orar en San Pedro, empujado por su enfermero personal Massimiliano Strappetti. El gesto simboliza tanto su recuperación progresiva como su persistente voluntad de mantenerse activo en la vida religiosa y pastoral.
El icono de Salus Populi Romani es uno de los más antiguos y reverenciados por el Papa. Lo visita tradicionalmente antes y después de cada viaje apostólico y en momentos clave del calendario litúrgico. Su presencia allí, en vísperas del Domingo de Ramos, marca una fuerte señal espiritual en la antesala de las celebraciones pascuales.