Tarifas por las nubes: los servicios públicos subieron 526% en menos de dos años

Los hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires atraviesan un ajuste profundo en su economía cotidiana. La canasta de servicios públicos aumentó 526% en menos de dos años, mientras la inflación general fue del 164%. El dato surge del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP-UBA.

El relevamiento muestra que en septiembre un hogar promedio del AMBA, sin subsidios, necesita $173.625 mensuales para cubrir transporte, energía, gas y agua. Esa cifra expone cómo los servicios pasaron a ser uno de los principales gastos en los bolsillos familiares.

El transporte se lleva la mayor parte del incremento. En un año, la factura subió 33%, de $56.228 a $74.692, y explica el 43% de la canasta. Su peso es más del doble que cualquiera de los otros servicios.

El agua también avanzó fuerte, con un aumento del 23% interanual. Un hogar pasó de pagar $24.762 a $30.466 solo por este servicio. En tanto, la electricidad subió 18%, de $28.544 a $33.703, y el gas natural 23%, de $28.342 a $34.765.

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El informe señala que el transporte aportó 13 puntos porcentuales de los 26 del incremento interanual, mientras la energía y el agua sumaron 4 puntos cada uno y el gas los 5 restantes.

Un punto central del estudio es la relación entre tarifas y salarios. “La canasta de servicios representa el 11,1% del sueldo promedio registrado de $1.564.013”, explicaron los autores. Eso significa que un salario permite cubrir nueve canastas de servicios, frente a las 7,8 que alcanzaba un año atrás.

La diferencia se explica en parte por el impacto de los subsidios. Hoy las tarifas cubren en promedio el 50% de los costos reales y el Estado absorbe la otra mitad. Esa proporción, sin embargo, varía entre hogares y servicios, lo que genera disparidad en la carga sobre distintos sectores sociales.

El estudio advierte además que, aun con la baja mensual del 7,7% registrada en septiembre respecto de agosto, el costo de los servicios continúa avanzando a mayor velocidad que la inflación.

La política tarifaria implementada desde diciembre de 2023 incluyó quitas graduales de subsidios, aumentos en transporte y ajustes en energía y agua. El impacto acumulado muestra que los servicios se encarecieron más del triple que el índice de precios al consumidor.

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Los especialistas destacan que, con esta dinámica, las familias deben reorganizar gastos y priorizar servicios básicos frente a otras necesidades. El transporte, al concentrar casi la mitad del gasto, se convierte en un factor de presión diaria.

El informe también pone el foco en la sostenibilidad fiscal. Los subsidios representan un costo elevado para el Estado, pero al mismo tiempo su recorte rápido tensiona la economía de los hogares. El equilibrio entre cuentas públicas y consumo privado aparece como uno de los puntos más delicados del escenario actual.

En síntesis, la radiografía de la UBA expone una situación clara: las tarifas crecen mucho más que los precios en general y se consolidan como un peso central en el presupuesto familiar.