A 16 días del incidente en La Paz, la adolescente que ingresó armada a la escuela recibió el alta médica.
La Paz, Mendoza, empieza a recuperar la calma luego del episodio que marcó a la comunidad el pasado 10 de septiembre, cuando una joven de 14 años ingresó armada a la escuela Marcelino Blanco y se encerró durante cinco horas en un aula. A más de dos semanas del incidente, la adolescente recibió el alta médica en el Hospital Notti, donde permaneció bajo cuidado de un equipo interdisciplinario de la Dirección de Salud Mental de la Provincia.
"Es un paso importante, pero ahora lo que sigue es definir cómo continuará su escolaridad," comentó Carina Gannam, titular de la Dirección de Apoyo Escolar (DAE). Según explicó, la forma en que la chica regrese a las clases dependerá de las recomendaciones de los profesionales que la acompañaron.
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Una de las opciones es la "Escolaridad Protegida", un sistema que permite a los estudiantes continuar sus estudios de forma remota, evitando el regreso presencial a la escuela, al menos en un primer momento.
El proceso judicial sigue su curso, pero la prioridad sigue siendo la salud de la joven. La fiscalía a cargo de la causa, encabezada por Griselda Digier, ha trabajado para preservar su bienestar psicológico.
De hecho, la menor no fue sometida a una cámara Gesell, procedimiento que se usa para tomar declaraciones de personas vulnerables. Aunque la medida suele ser habitual, en este caso, se determinó que la adolescente no estaba en condiciones emocionales de enfrentar este tipo de evaluación.
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“El ambiente de la cámara Gesell requiere que la persona esté en condiciones de soportarlo”, detallaron fuentes judiciales. La niña, en ese momento, mostraba signos de serias dificultades psicológicas que no la habilitaban para atravesar una entrevista de esta naturaleza. Además, durante las primeras evaluaciones, se descartó que haya sufrido situaciones de acoso escolar o cibernético, como había circulado en rumores.
La situación, que dejó a todos con la piel erizada, sigue siendo un tema de reflexión en La Paz, que lentamente retoma su cotidianidad. El foco ahora está en el acompañamiento de la joven, quien no solo deberá afrontar las secuelas de un evento traumático, sino también decidir qué camino tomar en su educación.
Fuente: Los Andes
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