Accidente fatal en Puerto Madryn
Puerto Madryn amaneció conmovida por un episodio que dejó a toda la ciudad en estado de shock. Un niño de dos años murió en un vuelco ocurrido en la madrugada del domingo, mientras su padre conducía alcoholizado.
El siniestro sucedió cerca de la 1:30, en la rotonda de la Avenida del Trabajo, una de las arterias más transitadas. El hombre perdió el control de su Renault Kangoo y la camioneta terminó volcada sobre el asfalto.
El impacto fue tan violento que el pequeño salió despedido del habitáculo y murió al instante, aplastado por la propia estructura del rodado. Vecinos que escucharon el estruendo llamaron de inmediato a la policía y a los servicios de emergencia.
Personal de Tránsito se presentó en el lugar y practicó el test de alcoholemia al conductor. El resultado fue alarmante: entre 1.9 y 2.0 gramos de alcohol en sangre, cuando rige el alcohol cero al volante.
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El hombre quedó detenido y fue trasladado a la Comisaría Segunda. La fiscalía ordenó las primeras diligencias y el rodado fue secuestrado para peritajes. La Justicia investigará las circunstancias exactas del vuelco y definirá los cargos penales.
La tragedia provocó escenas de profundo dolor. En el hospital local se vivieron momentos de extrema tensión cuando la madre del niño llegó y recibió la noticia de la muerte. Familiares, desbordados por la bronca, intentaron agredir al padre detenido, lo que obligó a la intervención policial.
El operativo se extendió varias horas, con un fuerte despliegue para resguardar al hombre y evitar un linchamiento en plena guardia del hospital.
La audiencia de control de detención se realizaría durante la jornada, con la presencia de la fiscalía y la defensa del imputado. Allí se definirán las medidas judiciales a tomar en el corto plazo.
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El hecho reavivó el debate sobre la responsabilidad social al volante. Puerto Madryn ya había registrado siniestros similares en los últimos años, pero la muerte de un niño en estas condiciones dejó una herida profunda.
Las autoridades locales expresaron su consternación y recordaron que conducir bajo efectos del alcohol es un delito. “Estamos ante una tragedia evitable que nos duele a todos”, dijeron desde el área de Tránsito.
Mientras tanto, el pequeño será velado en la intimidad familiar. La ciudad, sacudida, despide a una víctima inocente que perdió la vida en un hecho marcado por la imprudencia y el exceso de alcohol.
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