Argentina sueña con el regreso de la F1 en 2028 y depende de Colapinto para potenciar la negociación

El regreso del Gran Premio de la República Argentina de Fórmula 1 es una ilusión que vuelve a tomar fuerza, con la fecha tentativa de 2028 y la expectativa de que el país logre colarse nuevamente en el calendario internacional. Uno de los factores decisivos será la permanencia de Franco Colapinto en la categoría, ya que la presencia de un piloto local multiplica el interés del público y de los promotores.

El periodista británico Joe Saward señaló que “Argentina dependerá casi por completo de si Colapinto puede hacer lo suficiente para mantener su impulso en 2026. El equipo Alpine necesita mucho trabajo y no se solucionará rápidamente, pero si Colapinto sigue allí, podríamos volver a Buenos Aires”. La comparación histórica aparece de inmediato con el “efecto Tuero”, que en 1998 elevó las ventas de entradas a casi 60.000 localidades.

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La empresa Formula One Management (FOM), controlada por Liberty Media, ya manifestó interés en volver al país. Sin embargo, el canon anual para ser sede oscila entre 40 y 70 millones de dólares, a lo que se suman los costos de remodelación del Autódromo Oscar y Juan Gálvez. Se estima que las obras demandarán más de 100 millones de dólares, necesarios para alcanzar el Grado 1 exigido por la FIA.

El proyecto cuenta con gestiones de promotores privados, como el Grupo OSD de Orly Terranova y Fenix Entertainment Group, acompañados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Las reformas comenzarían en diciembre y deberían estar listas en febrero de 2027, también en función de la vuelta del MotoGP a la Capital después de casi tres décadas.

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La competencia por un lugar en el calendario es dura. Además de Argentina, también pelean por una sede Corea, Portugal, Sudáfrica, Turquía y Barcelona. En este escenario, la importancia estratégica de Sudamérica le da a Buenos Aires una ventaja, ya que complementaría la presencia de Brasil en el continente. Para la F1, expandirse en mercados nuevos o poco explotados tiene más valor que sumar otra fecha en Europa.

El recuerdo de los Grandes Premios de 1995 a 1998 todavía está fresco en los aficionados. En aquel entonces, la organización fue 100% privada y contó con el respaldo de sponsors internacionales. Este antecedente refuerza la idea de que el proyecto actual deberá basarse en capitales privados, aunque en un contexto económico mucho más exigente.

Colapinto se muestra prudente sobre el tema. Antes del GP de Bélgica señaló: “Traer de vuelta la F1 será más difícil, pero sería fantástico si se logra. Me encantaría, por supuesto, es uno de mis sueños. Todavía parece un poco lejano, pero sería maravilloso si en el futuro pudiera hacerse realidad”. Su continuidad en Alpine podría marcar la diferencia para que el anhelo argentino se convierta en realidad.

Fuente: Infobae