El misterio de La Tanita: tragedia en el Golfo Nuevo que nunca cerró

Chubut02/10/2025Sergio BustosSergio Bustos
la tanita
La Tanita saliendo a navegar.

El 2 de octubre de 2009, una embarcación llamada La Tanita salió de Puerto Pirámides rumbo al Golfo Nuevo con tres personas a bordo. Horas más tarde, la lancha se hundió en circunstancias que aún generan interrogantes.

A bordo viajaban el fotógrafo Alberto Patrián, la guardafauna Valeria Ramos y el capitán Luis Germán “Fontova” Ferreyra. La salida estaba vinculada a tareas de observación y control de la actividad turística en plena temporada de ballenas.

Al día siguiente, los cuerpos de Patrián y Ramos aparecieron flotando en aguas cercanas. El hallazgo sacudió a Puerto Madryn y a toda la región. La búsqueda del capitán, en cambio, nunca dio resultados. Doce años después, la justicia lo declaró muerto.


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La embarcación fue localizada a 100 metros de profundidad frente a la costa de Pirámides. Cuando buzos especializados lograron reflotarla, el casco no mostraba daños visibles que explicaran el naufragio. Esa constatación alimentó las sospechas.

En los primeros días circuló la hipótesis de que un coletazo de ballena pudo haber golpeado a la lancha, provocando su vuelco. Sin embargo, las pericias posteriores no hallaron marcas concluyentes de un impacto externo.

El CENPAT-CONICET tomó muestras del casco para determinar si había contacto con cetáceos, pero nunca trascendieron resultados que confirmaran esa versión. La falta de evidencia abrió un escenario de dudas técnicas.

La Prefectura Naval instruyó un sumario administrativo, pero con el paso de los meses la causa judicial avanzó lentamente y las familias denunciaron omisiones en las pericias y falta de responsabilidad empresarial o estatal.


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“Si se profundizaba la investigación, se ponía en riesgo la actividad de avistaje en toda la Península”, señalaron allegados a las víctimas en los meses posteriores al naufragio, marcando un trasfondo económico en la tragedia.

Las autopsias determinaron que Patrián y Ramos murieron por ahogamiento, pero algunos familiares cuestionaron que no se realizaran estudios más exhaustivos para descartar otros escenarios.

El expediente penal llegó a los tribunales federales de Rawson y Comodoro Rivadavia, pero sin imputados ni condenas. Con el tiempo, la causa fue camino al archivo, dejando sin respuestas definitivas a las familias.

En paralelo, la figura del capitán Ferreyra quedó rodeada de polémica: tenía causas abiertas en la justicia federal y recién en 2021 la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia lo dio oficialmente por muerto, cerrando así esos expedientes.

El hundimiento de La Tanita expuso la fragilidad de la seguridad en el mar. También dejó una herida abierta en la comunidad científica y en los guías de avistaje.

A más de una década, el caso sigue sin una explicación firme. “No hubo responsables, no hubo justicia. Sólo quedaron conjeturas”, repiten quienes conocieron de cerca a las víctimas.

Hoy, el recuerdo de La Tanita vuelve cada temporada de ballenas como un fantasma que recuerda que el turismo también implica riesgos y que el mar nunca ofrece certezas absolutas.

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