Espert voló 35 veces, incluso a Madryn, en aviones de un empresario acusado por lavado

La Justicia Federal reveló que José Luis Espert usó 35 veces aviones de la empresa Med Aviación SA, propiedad de Fred Machado, un empresario con causas por lavado de activos y vínculos con el narcotráfico. Cinco de esos vuelos los compartió con Machado, según consta en el expediente judicial.

Entre enero y diciembre de 2019, Espert se trasladó en aeronaves con matrícula norteamericana administradas por la firma de Machado. Los viajes se realizaron por todo el país, con fines proselitistas, en el marco de su candidatura presidencial por el partido UNITE. Uno de esos vuelos fue entre Buenos Aires y Puerto Madryn, donde participó en la presentación de un libro.

La información surge del expediente N° 1780/2021, a cargo del juez Marcelo Martínez de Giorgi. La investigación analiza vínculos financieros y logísticos entre dirigentes políticos y empresarios ligados a operaciones irregulares. La fiscal Alejandra Mangano impulsó la recolección de testimonios y documentación que permitió reconstruir la secuencia de vuelos.

En su declaración judicial, Espert reconoció haber utilizado las aeronaves pero intentó despegarse de las responsabilidades. “En algunas oportunidades utilicé, con fines electorales, aviones que —según se estableció ahora— pertenecerían a esta persona”, explicó. Aseguró que desconocía la identidad del propietario y negó haber contratado los servicios de manera personal. “Ignoraba por completo que pertenecían a Machado”, sostuvo ante el juzgado.

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El economista agregó que, al ser candidato “extra partidario” de UNITE, no tuvo manejo sobre los fondos de campaña ni sobre la rendición de gastos. Argumentó que esa responsabilidad recaía en el partido y en su apoderado legal. Su descargo fue presentado en marzo de este año y busca desligarlo de cualquier irregularidad financiera.

Sin embargo, la investigación sumó la declaración del piloto Axel Vugdelija, que voló el avión matrícula N28FM “dos o tres veces” bajo las órdenes directas de Machado. “Él era mi jefe y me pidió que acompañe a la tripulación como una especie de vaqueano porque conozco las rutas aéreas argentinas”, relató. Su testimonio contradice la idea de un uso circunstancial: los itinerarios estaban directamente vinculados a la estructura política de Espert.

Vugdelija detalló que una secretaria del entorno del dirigente liberal lo contactaba para organizar los vuelos, confirmando fechas, pasajeros y trayectos. Esta logística revela un esquema organizado, no un uso aislado de aeronaves privadas, y plantea interrogantes sobre el financiamiento de la campaña.

A este frente se suma otra denuncia presentada por Juan Grabois, candidato de Unión por la Patria, quien acusó a Espert de haber recibido 200 mil dólares de una socia de Machado en febrero de 2020, poco después de la elección presidencial. La transferencia forma parte de una causa paralela en el juzgado federal de San Isidro, a cargo de Lino Mirabelli.

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Mirabelli solicitó certificar el expediente de Martínez de Giorgi para evaluar una eventual unificación de ambas causas, dado que podrían formar parte de la misma red de operaciones financieras y políticas. Si eso ocurre, el caso podría escalar en volumen y repercusión pública.

La revelación judicial impacta en plena campaña legislativa, donde Espert encabeza la lista de diputados nacionales de La Libertad Avanza. Su cercanía con el presidente Javier Milei lo ubica como una de las figuras centrales del espacio liberal, con alta exposición mediática y peso parlamentario.

En ese contexto, la confirmación de los vuelos reaviva el debate sobre los mecanismos de financiamiento electoral, especialmente en sectores que hacen de la transparencia un emblema discursivo. Los vínculos entre la política y empresarios investigados por delitos económicos abren un flanco incómodo para el oficialismo libertario.

La oposición ya comenzó a usar el caso como argumento político en la disputa pública, cuestionando la coherencia del discurso anticasta de Espert y su entorno. La reacción del dirigente liberal, hasta ahora, fue concentrarse en negar conocimiento sobre la propiedad de las aeronaves y en atribuir responsabilidades a terceros, aunque finalmente reconoció haber recibido el dinero.

Mientras tanto, en los tribunales federales avanzan las investigaciones sobre la estructura financiera de Med Aviación SA, sus vínculos internacionales y el uso de aviones en circuitos irregulares. El nombre de Fred Machado, condenado en Estados Unidos, vuelve a aparecer en un expediente que mezcla política, dinero y logística aérea.