Cómo puede Argentina convertirse en una potencia agroindustrial

En el marco del Agribusiness Forum 2025 organizado por AmCham, empresarios y especialistas coincidieron en que la Argentina tiene condiciones únicas para consolidarse como potencia agroindustrial, aunque advierten que faltan financiamiento y marcos regulatorios que acompañen la innovación.

Juan Lariguet, presidente de Corteva Agriscience Cono Sur, sostuvo que “la Argentina tiene una oportunidad única mediante el contexto global de mayor demanda de alimentos y combustibles”, y que la innovación es el motor indispensable para avanzar en valor agregado. Sin embargo, resaltó que sin previsibilidad ni reconocimiento de la propiedad intelectual, ese potencial queda limitado.

Según Lariguet, el problema no es el acceso a la innovación sino el capital de trabajo para que los productores puedan aplicarla de forma rentable. Recordó que en las últimas dos décadas el país perdió terreno frente a competidores como Brasil por no proteger la propiedad intelectual en semillas y biotecnología.

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En ese sentido, explicó que “falta capital de trabajo para hacer que esa innovación sea usada de manera rentable”, y agregó que la presión tributaria y la falta de financiamiento frenan la competitividad. Como ejemplo, señaló que a principios de los 2000 la soja brasileña rendía menos que la argentina, y hoy la situación se invirtió por mejoras genéticas que aquí no se implementaron con la misma velocidad.

El economista Ramiro Costa, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, destacó que el país podría pasar de 140 a 200 millones de toneladas de producción, siempre que existan reglas claras. Para lograrlo, advirtió, se necesitan regulaciones ágiles que aseguren inversiones en biotecnología, bioetanol y subproductos de la carne.

Por su parte, Bernardo Piazzardi, investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, analizó que el productor argentino tiene ventajas en educación y edad respecto al farmer estadounidense, pero el país falla en planeamiento geoestratégico e infraestructura. Puso como ejemplo el proyecto ferroviario que unirá zonas sojeras de Brasil con el Pacífico a través del puerto de Chancay, lo que generará ventajas logísticas frente a la producción argentina.

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Además, Piazzardi señaló que la velocidad de cambio en el agro es más rápida que la adaptación de los bancos locales, que no entienden cómo evaluar los nuevos modelos de negocio basados en tecnología. “Hoy el banco dejó de ser la primera opción para el productor argentino. Primero están los proveedores de insumos, después friends and family, y recién al final aparece el sistema bancario”, expresó.

Los especialistas remarcaron que el país cuenta con agua, suelos fértiles y productores jóvenes capacitados, pero sin un marco financiero adecuado las oportunidades se reducen. 

Fuente: LA NACION.