Las imprentas celebran la caída de Espert: negocio millonario por reimprimir boletas en tiempo récord
Política07/10/2025
Sergio Bustos
El negocio de la reimpresión.
La decisión de Javier Milei de bajar la candidatura de José Luis Espert en la provincia de Buenos Aires desató entusiasmo en las imprentas. Si la Justicia autoriza la reimpresión de las boletas únicas de papel, el negocio crecería un 40% y el Estado debería afrontar un gasto adicional de $15 mil millones, según estimaciones del sector.
El proceso electoral bonaerense ya está en marcha. Las empresas entregaron la mitad de las boletas y esta semana completan la distribución del resto, que ya está impresa. Esto significa que, aunque se decida reimprimir, parte del material seguirá circulando con la imagen de Diego Santilli en lugar de Espert.
La definición quedará en manos del juez electoral Alejo Ramos Padilla, a cargo de las elecciones en la provincia. Este lunes, los apoderados de La Libertad Avanza presentaron el pedido formal de reimpresión y se espera que la decisión, cualquiera sea, sea apelada.
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Desde el sector gráfico subrayan que las nuevas boletas tienen trazabilidad, numeración y guías específicas, lo que vuelve el proceso más complejo que las viejas boletas partidarias. “No las puede hacer cualquiera”, explicaron fuentes empresariales.
A pesar de esa dificultad, aseguran que pueden completar la reimpresión en diez días si la Justicia actúa rápido y se suman todas las imprentas al proceso. “En diez días las tenemos”, dijeron a LPO desde una de las compañías, aunque advirtieron que el trabajo debe activarse de inmediato.
La actual impresión se adjudicó por licitación a través del Correo Argentino. Para acelerar los tiempos, el camino probable sería ampliar esa licitación por pedido judicial, sin iniciar un nuevo proceso.
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En la provincia de Buenos Aires, el 60% de las boletas las imprime Artes Gráficas del Litoral (AGD), del Grupo Clarín, y el 40% restante Boldt en UTE con IPESA. Otras empresas —Su Papel, Kollor Press y DP Argentina— trabajan en boletas de distintas provincias.
El reloj electoral agrega presión. La impresión debe terminar varios días antes de los comicios para permitir los controles y la distribución, que ya empezó. Cada día que se pierda en la pelea judicial acorta los plazos reales.
Aunque en las imprentas hay entusiasmo por el volumen de trabajo, la logística es desafiante. A veinte días de las elecciones, parece difícil que la imagen de Espert desaparezca completamente de las boletas.
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