“Somos una familia que quedó destruida", dijo la madre de un hombre que abusó de su hermanita

Policiales10/10/2025

Patrullero Santa Cruz

El caso ocurrió en Río Gallegos donde la madre de un joven acusado de abusar de su hermana cuando ella tenía tres años habló por primera vez y reclamó justicia. Lo hizo luego de que el imputado, de 23 años, intentara quitarse la vida minutos antes del juicio abreviado que debía realizarse esta semana.

El episodio, ocurrido dentro de la Cámara Oral de Río Gallegos, generó conmoción. El joven había ingerido pastillas y se desplomó en el lugar, lo que obligó a suspender la audiencia y trasladarlo de urgencia al hospital. El acusado se encuentra internado bajo custodia policial, mientras el proceso judicial quedó interrumpido.

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La madre de ambos hermanos expresó que lleva cinco años pidiendo justicia sin recibir asistencia ni orientación. Contó que se enteró del intento de suicidio por un mensaje de su hijo, que le llegó veinte minutos antes del juicio, pero que vio recién horas después. “Nadie me avisó nada”, dijo con indignación en diálogo con una radio local.

El caso se remonta a enero de 2020, cuando la mujer presentó la denuncia tras conocer los abusos sufridos por su hija de tres años. La niña, según relató, describió los hechos con inocencia y claridad. Las pericias médicas confirmaron que había sido abusada en más de una oportunidad, y la Justicia imputó al hermano mayor por “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo”.

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A pesar de la gravedad de los cargos, el acusado permaneció en libertad durante todo el proceso. Según la mujer, el joven estuvo tres años fuera de la ciudad sin que se lo buscara. “Después me enteré de que trabajaba en una parada de taxis, como si nada hubiera pasado”, aseguró.

También denunció la falta de acompañamiento estatal. Explicó que su hija recibió atención psicológica durante apenas veinte días y que nunca más las contactaron. “Nadie me explicó que debía tener un abogado para ser querellante. Todo lo hice sola”, lamentó, al tiempo que cuestionó la falta de comunicación del tribunal, que no le informó la fecha del juicio.

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La madre aseguró que la causa avanzó sin participación de la familia y que el proceso se manejó “a puertas cerradas”. Denunció que le negaron la posibilidad de presenciar la audiencia porque se trataba de un juicio abreviado y no existía la obligación de notificarla. “Yo soy la madre de la víctima. Estuve cinco años golpeando puertas y me dejaron afuera”, expresó.

La mujer también recordó su historia personal y la del hijo acusado. Contó que fue separado de ella durante la infancia y que, años más tarde, intentó recomponer el vínculo. “Le abrí las puertas de mi casa y me pagó con esto. Le arruinó la vida a su hermana y destruyó a toda la familia”, manifestó.

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Hoy, la madre sostiene que su lucha no terminó y que su única meta es obtener justicia. “No quiero que muera, quiero que pague lo que hizo”, afirmó. Su hija, hoy de ocho años, asiste a la escuela y convive con las secuelas del abuso. “Somos una familia que quedó destruida, pero sigo de pie por ella”, concluyó.