La oposición no logró los votos para nuevo reparto de la coparticipación de combustibles

La Cámara de Diputados rechazó en la madrugada la reforma de la coparticipación del impuesto a los combustibles. El proyecto alcanzó 126 votos, tres menos de los 129 requeridos para modificar un tributo con asignación específica. El resultado significó un triunfo político para el Gobierno, que logró frenar la iniciativa opositora sin necesidad de sumar apoyos extra.

La sesión fue intensa y se definió en los detalles reglamentarios. Martín Menem, presidente de la Cámara, impuso el criterio de que la votación debía realizarse por mayoría absoluta, en cumplimiento del inciso 3 del artículo 75 de la Constitución Nacional. “Establecer y modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables requiere mayoría absoluta de la totalidad de los miembros”, leyó en voz alta para disipar dudas.

Desde Unión por la Patria, Germán Martínez y Nicolás Massot defendieron la postura de la mayoría simple. Argumentaron que “cuando se devuelve recursos a las provincias, no se necesita mayoría especial”, pero el planteo no prosperó. Menem incluso adelantó que haría uso de su voto en caso de empate o proyectos que demanden esa mayoría calificada.

La votación finalizó 126 a favor y 7 en contra, con la abstención de los cinco diputados de izquierda. Se destacó la presencia de Ricardo López Murphy y el bloque de la Coalición Cívica entre los que acompañaron el dictamen. El número insuficiente se explicó por 119 ausencias, muchas de ellas de legisladores alineados con gobernadores que originalmente habían apoyado la iniciativa.

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Entre los ausentes figuraron representantes de Corrientes, Córdoba, Tucumán, Salta, Entre Ríos, Mendoza, Chaco y San Juan, entre otros distritos. También se ausentaron figuras como Miguel Ángel Pichetto, Margarita Stolbizer, Florencio Randazzo y varios integrantes de Encuentro Federal y del MID.

El proyecto había sido aprobado en el Senado con 56 votos, impulsado por los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. Sin embargo, el Gobierno fracturó esa alianza en Diputados y logró bloquear el avance de la propuesta en la instancia decisiva.

La iniciativa buscaba redistribuir la recaudación del impuesto a los combustibles, elevando la participación provincial del 10,4% al 52,02% y reduciendo la porción nacional. Además, proponía eliminar la mayoría de los fondos fiduciarios que hoy absorben parte de esos recursos, como el de Infraestructura de Transporte y el Sistema Vial Integrado.

En cambio, el oficialismo sostuvo su dictamen, que mantiene el 28,6% para Anses, 30% para el Estado nacional y 40% para las provincias, distribuidos según la ley de coparticipación. La negativa en Diputados postergó cualquier modificación para el próximo período parlamentario, enfriando las expectativas de los gobernadores.

El resultado dejó al descubierto fisuras dentro del bloque opositor y expuso la dificultad para coordinar posiciones entre gobernadores y legisladores. También reforzó la posición política del oficialismo, que no necesitó construir nuevas alianzas para imponerse en una votación estratégica.